BETTY VE TELENOVELAS
La huida de Fina: la separación más dolorosa de #Mafin en Sueños de libertad
Son muchas las dificultades que han afrontado las #Mafin en Sueños de libertad, pero la huida de Fina a Argentina es, sin duda, la más complicada.
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Fina (Alba Brunet) y Marta (Marta Belmonte) son protagonistas de uno de los romances más intensos e interesantes de Sueños de libertad. Las dudas del comienzo, los primeros acercamientos, los miedos a ser descubiertas, las interferencias de terceros, los encuentros clandestinos, el apoyo mutuo incondicional son algunas razones por las que las #Mafin se han convertido en una de nuestras parejas favoritas.
Con ellas nos hemos emocionado, nos hemos angustiado y ahora hemos llorado porque estamos ante su momento más crítico. Y, además, el sentimiento aún es más amargo porque esta separación es producto de la traición más dolorosa. La causada por quien consideraban su mejor aliado.
El sacrificio de Fina

En cuanto vimos a Santiago en pantalla intuimos una gran crisis. Ya en su anterior estancia en la colonia había causado un terremoto al provocar que Fina fuese detenida por "invertida" y casi desvelar también la condición sexual de Marta.
En aquella ocasión salvaron la situación gracias a las presiones De la Reina y a la solidaridad de Pelayo, pero esta vez han sido las #Mafin quienes se libraron del peligro.
En concreto, fue Fina quien soportó el peso de su salvación. Primero, desatándose. Después, con un botellazo. Y finalmente, clavándole la navaja a Santiago.
Fue en defensa propia. Nosotros lo sabemos. Marta lo sabe. Pelayo lo sabe. Fina lo sabe.
Pero sumando la culpabilidad que siente Fina por haber matado a alguien a la habilidad de Pelayo para manipularla y hacerla sentirse aún peor, tenemos un peligroso cóctel que ha dado como resultado la huida de Fina.
Fina vuelve a ser el eslabón más débil de ese matrimonio a tres. Todos están implicados en el crimen. Todos tienen algo que ocultar. Pero, una vez más, la que más pierde es Fina.
Es ella quien tiene que renunciar a su vida, a sus amigas, a su entorno, a su hogar, a su amor… Y lo peor es que no lo hace por protegerse a sí misma, sino que es víctima de los intereses de otros.
El oportunismo de Pelayo

Fina no se va por miedo a la cárcel. Fina se va porque Pelayo teme que su verdad salga a la luz y todo el mundo sepa que vive en un matrimonio de conveniencia donde su distinguida esposa está enamorada de una empleada y donde él añora el cariño de aquel a quien eufemísticamente llama viejo amigo porque ni se plantea verbalizar la expresión ex novio.
Pelayo ha mostrado su verdadera cara. Al principio, creímos su disposición a formar parte de ese matrimonio a tres y hasta nos pareció una buena idea como solución a su delicada situación legal.
Sin embargo, pronto se sintió incómodo en la posición en la que él mismo se había posicionado.
Ahora, la muerte de Santiago le ha dado la mejor oportunidad para librarse de su mayor rival para ser gobernador civil: la mujer de su esposa. Porque para Pelayo Fina era una bomba de relojería a punto de estallar en cualquier momento.
Con Fina lejos, Marta ya no dormirá fuera de casa, reduciendo el riesgo de habladurías. Marta ya no le hará carantoñas a ninguna dependienta, minimizando el peligro de ser vista en actitudes "indecentes". Y, además, Marta tendrá más tiempo para hacer campaña como candidata a primera dama de la provincia.
Fina pierde, Pelayo gana.
La desolación de Marta

Mientras Pelayo disfruta su nueva tranquilidad, Marta vive su mayor desolación. Ha perdido al amor de su vida y nada ni nadie puede consolarla de ese dolor. Porque a la tristeza de la separación se une la culpabilidad de entender que Fina se ha ido para protegerla a ella. Que se ha sacrificado para que ella esté a salvo.
Y aún le falta otro golpe. Saber que la huida de su mujer se debe a las amenazas de su marido. Marta se está aferrando a Pelayo como su mayor consuelo y su mejor aliado para encontrar a Fina sin saber que es el gran culpable de su dolor.
¿Llegará a conocer la cara oculta de su marido? ¿Descubrirá dónde está Fina?
Ahora, como espectadores nos queda consolar a Marta en su gran dolor y desear que a Pelayo le salgan mal todos los planes.
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