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La AUC se estrella contra Évole por el falso 23-F

La FAPE consiera que no existe mala praxis periodística en la 'Operación Palace' de Jordi Évole

La Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) considera que no existió una mala praxis periodística en la 'Operación Palace' de Jordi Évole, tal y como denunció el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales.

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La FAPE consiera que La 'Operación Palace' es un "reportaje televisivo que pertenece a un ámbito que está más allá del periodismo, y que no debe someterse a sus principios". Ante tal conclusión, la Asociación de Usuarios de la Comunicación fracasa en su intento de reprobación de Jordi Évole por 'Operación Palace', el documental de ficción sobre el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

La 'Operación Palace' que Jordi Évole inventó para contar una ficción sobre las causas que provocaron el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en España, con la toma del Congreso por parte de la Guardia Civil, fue “una patraña”, según el dictamen de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la FAPE. Y según el 'Diccionario de la Lengua' de la Real Academia, 'patraña' es “mentira o noticia fabulosa, de pura invención".

La AUC presentó una petición a la institución profesional que representa a los periodistas para que abriera un expediente a Jordi Évole, como director de 'Operación Palace', por considerar que el programa vulneraba códigos deontológicos y de autorregulación relacionados con la información y el periodismo. 

Sin embargo, la FAPE que 'Operación Palace' no es un programa informativo, sino de ficción, por lo que no procede la aplicación de códigos de autorregulación o deontológicos que sí vincularían, en cambio, a programas de corte periodístico. 

“Es evidente que 'Operación Palace' discurre al margen del principio de veracidad, esencial en el trabajo del periodista, pero repudiar este tipo de creaciones supone poner límites y fronteras a la imaginación, a la creatividad, al uso de recursos como la ironía, la paradoja, la comedia, el drama... que también sirven a la búsqueda de la verdad, a la defensa de las libertades y los derechos de los ciudadanos y a denunciar los obstáculos para lograrlo”, según indica el dictamen de la Comisión.

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