ObjetivoTV » Series

NÚMERO DE SERIE

'Dracula' (NBC): ni convence ni entretiene

El pasado viernes NBC estrenó una de sus grandes apuestas: 'Dracula'. Protagonizada por Jonathan Rhys Meyers, la serie consiguió liderar su franja horaria con poco más de 5 millones de espectadores y 1,8 de rating en demográficos. Unos datos aceptables para tratarse de una emisión en viernes, día en el que las cadenas suelen estrenar productos menores. Por eso no se entiende del todo que NBC haya elegido este día de la semana para lanzar una ficción que, a priori, era una de las series estrella de la cadena.

Drácula

NBC NBC resucita 'Drácula'

Publicidad

Ver el piloto de 'Dracula' y no aburrirse es prácticamente imposible. Lo único que consigue un aprobado justo es la ambientación, relativamente bien hecha. Todo lo demás es un pastiche de referencias inconexas al personaje de Drácula en medio de un relato muy desestructurado. El primer capítulo presenta al personaje principal de Drácula para el que Jonathan Rhys Meyers ofrece una interpretación muy estereotípica y sin ningún interés para el espectador.

Drácula llega hasta Inglaterra para acabar con la Orden del Dragón, responsable de la muerte de su esposa. El motivo de su llegada hasta Londres no es otro que traer luz inalámbrica para seducir a la burguesía victoriana (apasionante). Por supuesto nada más conocerla se enamora de Mina. Una relación en la que no hay química ni por parte de los actores ni tampoco en el guión, que no ayuda a que la (futura) pareja sea creíble.

Todo el guión es explicativo, pensado para que el espectador no piense por sí mismo y no tenga ni un lugar para la duda, para su propia imaginación.  Todo está tan mascado que es imposible sentir interés ante la versión más aburrida de Drácula que se recuerda.

En principio Jonathan Rhys Meyers era el gran activo de la serie, pero el actor está de capa caída, tanto física como interpretativamente y cuesta reconocer al actor que interpretó (y muy bien) durante cuatro temporadas  a Ernique VIII en 'The Tudors'.

El problema de la serie radica sobre todo en el enfoque. ¿Qué tipo de serie quería NBC, un folletín erótico-vampiresco o una serie más escorada hacia del drama y a las referencias históricas del personaje Drácula? El resultado es una serie a medio camino, que no termina de arrancar ni de encontrar un estilo concreto. Aburre porque no engancha ni a los fans que esperan sangre derramada sobre cuerpazos ni a los seguidores del personaje.

Ante la falta de competencia es probable que 'Dracula' siga liderando la noche de los viernes, pero no es menos seguro que la audiencia bajará en el segundo y en siguientes capítulos. Mucho tendría que mejorar la serie para lograr la atención de la audiencia y lograr segunda temporada. Ha sido una de las grandes decepciones de la temporada en las networks. Otra más.

Publicidad