¿MITO O REALIDAD?
El zumo y la leche, ¿una mala mezcla para tu estómago?
En multitud de ocasiones hemos escuchado que, después de un vaso de leche no es bueno tomar cítricos como el zumo de naranja. Sin embargo, ¿apoya la ciencia esta afirmación?
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“No bebas zumo de naranja después del vaso de leche. Te va a sentar mal”. Seguramente esta afirmación no nos es ajena. Es una advertencia que prácticamente todos hemos oído alguna vez a lo largo de nuestra vida. Siempre se ha dicho que el zumo y la leche no son una buena mezcla para nuestro estómago. ¿Es esta una recomendación que la ciencia secunde?
No. Esta afirmación se basa en la creencia de que el zumo cortará la leche que hayamos bebido con anterioridad. Pero esto no es así. Nuestro estómago cuenta con ácidos más fuertes que los presentes en los zumos cítricos, por lo que la leche ya se corta en nuestro aparato digestivo. De hecho, esto se sabe desde hace muchos años. Ya en 1877 había un estudio sobre el tema y en él se puede leer: “La verdad es que la leche en el estómago siempre se corta antes de ser digerida. Si no, significaría que nuestro estómago está débil”.
Nuestro aparato digestivo cuenta con ácido clorhídrico. Este se encarga de descomponer ciertos alimentos para que puedan ser digeridos con facilidad posteriormente por nuestro organismo. De este modo, la leche se corta en nuestro estómago y es totalmente natural.
Ana Navarro Lázaro, Nutricionista en el Western Park Hospital, en Reino Unido, explica que “el ácido desnaturaliza las proteínas de la leche al producirse un descenso del pH por debajo de 4,7, principalmente la caseína, lo que puede dar un aspecto a la leche de producto estropeado. No obstante, eso no significa que te vaya a sentar mal”. De hecho, muchos lácteos como el yogurt, el queso ricotta, el requesón o la cuajada se fabrican aprovechando este fenómeno.
Efectivamente, si vertemos zumo de naranja o de limón, ácidos, en un vaso de leche, podremos ver cómo esta se corta. Sin embargo, una vez que hayamos bebido leche, este proceso ya se produce en nuestro estómago, por lo que no es cierto que beber zumo después pueda ser perjudicial para nuestro sistema digestivo.
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