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¡Son el mal!

Ten a raya las pelusas de tu casa con estos trucos

Cualquier casa, por grande o pequeña que sea, tiene de vez en cuando, sobre todo en invierno, unas inquilinas que ni pagan alquiler, ni ayudan con la cesta de la compra, y que aparecen cuando menos de lo esperas. Sí, las pelusas.

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¿Cómo puede ser? Amiga, cuanta más calefacción pongas, más pelusas tendrás. Es una norma no escrita, y nadie sabe por qué, pero allí están ellas, enganchadas al polvo, hasta que se convierten en seres que puedes coger con la mano y que se mueven a tu paso como acompañándote.

¿Cómo deshacerte de las pelusas?

Si tienes mascota, la cosa se complica y mucho. Directamente deja la aspiradora en medio del pasillo y utilízala constantemente. Será tu aliada en estos momentos.

Si tienes el pelo largo, te habrás dado cuenta que además de ver cómo tu melena desaparece resulta que se hace íntima amiga de las pelusas… ¡Cómo! Otro de los misterios de la vida, tu vas caminando por tu casa, vas a la cocina, y cuando vuelves de repente hay una colección de pelos enroscados en las pelusas, como riéndose de ti en tu cara.

Si vives en una casa baja, con entrada directa a la calle, notarás que tiene más pelusas. El polvo que entra cada vez que abres la puerta, sales al patio, o vas al jardín ayuda a que las pelusas tengan un micro cosmos especial en tu casa.

Si tienes niños pequeños, sus peluches son un nido de ácaros maravilloso, primos hermanos de las pelusas. Por eso quedan para recorrer tu casa, y lucir estupendas en tus alfombras claras, bajo los radiadores, y al lado de los muebles… justo donde mejor se ve.

Si tienes suelo de tarima o madera, hay pelusas. Si tienes suelo de terrazo, hay pelusas.

Si tienes alfombras, no sólo las pelusas serán también sus invitadas, sino que el pelo que se caiga tendrá ahí también su lugar favorito. ¿Cómo lo hacen? Misterios de la vida.

¿Qué hacer entonces? Te damos algunos trucos.

Cada vez que pases la aspiradora, intenta que sea lo más a menudo posible, pasa después la fregona si puedes en el terrazo, o utiliza un producto jabonoso para tarimas o parqué. Al humedecer el suelo el polvo tardará más en aparecer.

Si pasas el cepillo, intenta que sea con goma en lugar de los cepillos normales, así las pelusas se pegarán y no se soltarán y será más difícil que vuelven a aparecer de manera rápida.

Estamos hablando todo el tiempo de suelos, alfombras, pero los radiadores hay que limpiarlos. Sí, querida. Puedes hacerte con una especie de cepillo que toma diferentes en formas en algunas tiendas, y añadirle tú una bayeta de las que tienes en la cocina, una manera de limpiar entre las láminas, evitar que el polvo se acumule y que las paredes se manchen. Porque el polvo en las paredes también se acumula y cuando cae… ¡pelusa que se forma!

Las cortinas, las fundas de sofás, incluso los protectores de las sillas en las patas que se suelen poner para que no rayen el suelo también son amigas íntimas de las pelusas. Deberás limpiar a menudo estas zonas, porque el polvo se acumula, y cuanto más polvo… más pelusas.

Seguro que piensas que los conductos del aire acondicionado en invierno no debes limpiarlos, pues hazlo. Cada hueco, cada rincón, es un lugar donde aparecerá una pelusa. Tras los cuadros hay pelusas si no los mueves en años. En los cables de la televisión, el router… en ese rincón escondido tras los muebles… hay pelusas.

Hay quien dice que poniendo en los radiadores recipientes de agua habrá menos pelusas… pues no, tienes un poquito de humedad pero si no limpias, tendrás pelusas. Una medida que puedes empezar a hacer, si sois muchos en casa es, según entres, quitaros los zapatos. Cuanto menos ayudes a la suciedad, mucho mejor. Por eso las alfombras de las entradas son el punto de recogida del polvo.

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