NovaMás» Vida

PSICOLOGÍA

Somatización: Así afecta a tu salud mental y física

Se habla mucho de la somatización, pero muy pocos saben realmente qué es y las causas que nos hacen sentir dolor físico por un malestar emocional.

Mujer con dolor de cabeza en la oficina.

Mujer con dolor de cabeza en la oficina.Pexels

Publicidad

La somatización es la aparición de síntomas físicos frecuentes y variados que generan malestar y cuya causa no es física, si no psicológica.

Estos síntomas generan malestar en la persona provocando afectaciones en su vida personal y profesional. Se relaciona con el Sistema Nervioso Somático, que es la parte del sistema nervioso que lleva información sensorial y sirve como canal para los impulsos eléctricos que activan la musculatura.

Factores que influyen en la relación entre las emociones y la salud física

  • Estilos de vida: un estilo de vida que implique conductas de riesgo aumenta las probabilidades de que aparezcan problemas de salud. Algunas conductas de riesgo son beber alcohol, fumar, consumir drogas, trabajar de forma excesiva, descansar poco y llevar un tipo de vida sedentario. Cuando el estilo de vida es saludable, las probabilidades de que aparezcan problemas de salud disminuyen.
  • Respuesta emocional: respuestas emocionales como la satisfacción, el amor o la felicidad, generan modificaciones psicofisiológicas positivas y la probabilidad de aparición de enfermedades disminuye. Emociones como la ira ola tristeza, si aparecen de forma recurrente, provocan modificaciones psicofisiológicas y endocrinas aversivas.
  • Sistemas de creencias: lo que pensamos (sistemas de creencias, patrones de pensamientos e ideologías) genera estados de ánimo determinados y esto tiene una repercusión sobre la salud física.

Enfermedades relacionadas con el estrés

  • Problemas gastrointestinales: cuando una emoción que genera malestar se activa, se despierta una respuesta de estrés en nuestro organismo. Cuando el estrés aparece, el funcionamiento del cuerpo cambia, provocando una disminución del riego sanguíneo en el estómago, lo que produce una mayor acumulación de ácido y por tanto mayor probabilidad de aparición de úlceras.

    Además, el mantenimiento del estrés provoca el bloqueo de las prostaglandinas factor protector de las úlceras. El estrés también puede aumentar o disminuir el apetito.

  • Problemas sexuales: cuando aparece un estímulo estresor, se inhibe en el hombre todo el sistema de activación sexual, decae la concentración de hormonas que a su vez disminuyen los niveles de testosterona y esperma. En las mujeres, igual que ocurre con los hombres, también se produce la disminución de las hormonas LH (hormona luteinizane) y FSH (hormona estimulante de los folículos), lo que lleva a la detención del proceso de ovulación y de la producción de estrógenos y progesterona.

    La consecuencia es el alargamiento del proceso de ovulación e incluso la aparición de la amenorrea, así como la disminución de la líbido.

  • Envejecimiento: el estrés envejece. Los glucorticoides generados con el estrés, si aparece de forma frecuente, se pueden considerar tóxicos.

    Los organismos envejecidos tienen un periodo más largo de recuperación de la respuesta del estrés. El organismo envejecido también provoca una mayor pérdida de neuronas, afectando al aprendizaje y a la memoria.

  • Problemas cardiovasculares: la personalidad Tipo A es aquella que caracteriza a personas con tendencia a autoinducirse continuamente el estrés, con una conducta impaciente, excesiva implicación laboral, altas dosis de competitividad y hostilidad.

    Las personas con este tipo de personalidad tienen un alto riesgo de sufrir algún tipo de trastorno cardiovascular. Emociones como la hostilidad, la frustración, la ansiedad y el estrés también se relacionan con este tipo de trastornos.

Cómo tratar la somatización

Las somatizaciones deben tratarse a nivel multidisciplinar: trabajar con un profesional de la salud mental (psicólogo y/o psiquiatra) los aspectos relacionados con la parte cognitiva, emocional y conductual de la persona y los fenómenos físicos abordables de la persona con un profesional médico.

Beneficios de la gestión emocional

Es fundamental aprender a gestionar las emociones: aprender a permitirnos las emociones, a identificarlas, a escucharlas y a buscar soluciones en base a la información que nos transmiten.

También es importante redirigir nuestro foco: piensa en qué pones tu foco de atención durante el día. Te propongo que cada día escribas 3 cosas que agradecer de esa jornada. Por ejemplo: que el café por la mañana estaba rico, que pusieron tu canción favorita cuando ibas en el coche camino al trabajo, el abrazo que le diste a tu pareja al despedirte o la charla con tu madre por teléfono.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...

Midorexia: El síndrome que genera una gran preocupación por la apariencia física

Publicidad