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Quien tiene un amigo, tiene un tesoro

10 señales de que seréis amigas para siempre

Todas queremos tener amigas para siempre, como la canción. Llevar tatuajes a juego, terminar las frases del otro, entendernos con la mirada, vivir aventuras inolvidables… y todos clichés de las pelis de los 80. Pero, ¿cómo se puede saber si nuestra mejor amiga de hoy no hará una bomba de humo mañana? Al igual que las relaciones románticas, encontrar la versión BFF (Best Friend Forever) del "hasta que la muerte nos separe" puede ser complicado. Aquí tienes 10 señales de que estáis en el camino correcto.

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1. A las dos os emociona estar juntas

Nada te hará sentir más segura de vuestra amistad que el hecho de que tu a mejor amiga le emocione tanto como a ti como pasar el rato contigo. Si bien puedes perdonarla por ser muy mala organizándose, después de un tiempo (especialmente cuando tu vida se vuelve demasiado ocupada) llevar siempre la iniciativa a la hora de quedar y planear puede ser agotador. Dos amigas tienen que sentir que estar juntas merece la pena, e invertir el mismo tiempo en cultivar esa amistad. Esto no significa que se pueda conseguir siempre, pero debe existir un equilibrio entre dar y recibir para que una relación de amistad perdure saludablemente.

2. No desaparecéis sin dar explicación

Con el paso del tiempo, ninguna amistad permanece estática, las cosas cambian y los amigos han de ser flexibles. Sin embargo, los buenos amigos se esfuerzan por dedicar parte de su tiempo a seguir en contacto y explicar sus ausencias cuando se encuentran en pareja o están excepcionalmente ocupados por otros motivos. Si tu amiga o tú podéis ‘desaparecer’ durante un fin de semana cuando os enamoráis o tenéis una sobrecarga de trabajo, pero dais señales de vida aunque sea por Whatsapp, lo vuestro tiene futuro.

3. Ambas os sentís escuchadas DE VERDAD

Ver las mismas series de HBO es genial, pero si tu amiga solo quiere hablar del último capítulo del Cuento de la Criada cuando estás pasando por un mal momento, el problema está garantizado. La amistad implica ser oyente activo, sobre todo si tu amiga está sufriendo. La mayoría de las veces, sentirse escuchado es casi tan importante como recibir consejo o soluciones.

4. Hacéis un gran esfuerzo para controlar los celos

Todas tenemos celos alguna vez, incluso de nuestra mejor amiga, y esto puede hacernos sentir confusas. Es natural que los amigos se comparen entre sí, pero hay que recordar que la felicidad del otro no es a nuestra costa, y que probablemente hubo momentos en que él también tuvo envidia de nosotros. Ser capaz de decirle a tu amiga que te da una envidia tremenda que haya sido promocionada en la empresa o que le haya tocado un viaje gratis a las Maldivas este verano pero que te alegras enormemente por ella y le deseas lo mejor, es una prueba de amistad definitiva.

5. Sabéis bien cuando la otra está deprimida

De acuerdo, algunos de tus amigos pueden olvidar que acabas de sufrir una ruptura cuando están ensimismados con una nueva pareja, pero lo que distingue a tu verdadera mejor amiga de ellos es que pondrán tus sentimientos por delante de su necesidad de alardear alegremente de su buen momento. Aunque una tenga un golpe de suerte debe ser sensible a las desgracias de la otra. No se trata de ocultar la suerte o la felicidad, pero sí de darse cuenta y aceptar que tu amiga no será la mejor 'animadora' de ello.

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6. Os ayudáis sin convertiros en terapeutas

Ayudar a un ser querido no debería ser ningún sacrificio, pero cuando un amigo es excepcionalmente demandante y exigente, puede suponer un desgaste grave que afecte a vuestra amistad. Un amigo no puede ser un terapeuta. Todos tenemos problemas a los que plantar cara al final del día y no es sano cargar también con los de los demás.

7. Podéis expresar frustración de forma saludable

Los amigos deben poder sentirse libres para hablar de sus sentimientos. Cuando algo te moleste, es mejor no dejar que esa pequeñez se convierta en una bola gigante imposible de tragar. Trata de decírselo a tu amiga de manera asertiva, sin acusaciones o acusaciones pasivas. Desde el cariño y sin juzgar. Se trata de solucionar las diferencias, no de acrecentarlas. Saber cómo manejar estas situaciones puede mejorar vuestro vínculo.

8. “Quien bien te quiere te hará llorar” (pero sólo cuando es necesario)

Si tu amiga dice verdades como puños, sin filtros y a la cara, aunque a veces duela. Pero también sabe decirte lo que no le gusta de ti con el objetivo de ayudarte a verlo y quizás cambiarlo, sin recrearse sobre lo negativo una y otra vez. Y después observa cómo reaccionas a lo que acaban de decir, con cuidado de no dañar tus sentimientos. Eso es un BFF. Elimina de tu vida a esas falsas amistades que te dicen cosas hirientes bajo la advertencia de “sólo digo lo que veo” o “yo, yo y más yo” y que te critican destructivamente, porque estas sólo buscan debilitarte.

9. No pedís refuerzos si os peleáis

No decir nunca nada malo a sus espaldas es un reto difícil de cumplir, pero hay una diferencia importante entre expresar una leve molestia sobre tu mejor amiga y organizar un complot contra ella para que vuestros amigos comunes se pongan de tu lado. La lealtad aquí es fundamental. Hay una regla no escrita sobre esto y es no dejar que las habladurías perjudiquen a la otra si esta llegase a escucharlas.

10. Os adaptáis a los grandes cambios de vida

A menos que tenga mucha suerte, lo más probable es que las dos no estéis en el mismo momento o lugar eternamente. A veces ni siquiera lograréis estarlo durante 24 horas seguidas. Si la vida os pone tierra de por medio, tendréis que aceptar que la amistad sufrirá un cambio y que la distancia hará que la relación sea menos espontánea. Para mantener y alimentar una amistad duradera a pesar de los kilómetros, lo importante es tener una sólida conexión emocional y estar dispuestas a esforzaros por mantener el contacto.

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