MEJOR POR LA NOCHE
Si quieres mantener una buena higiene bucodental, el cepillado nocturno es esencial
El momento más importante para tu higiene bucal es el cepillado nocturno. No puedes saltártelo si quieres prevenir placa bacteriana, caries, sarro y mal aliento, o peor aún: enfermedades e infecciones costosas

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Probablemente alguna vez hayas olvidado cepillar tus dientes antes de ir a dormir, o simplemente, estabas muy cansando como para levantarte de la cama. Pero, es importante no saltarse esta rutina nocturna, además no llevará mucho tiempo, sólo unos cinco minutos, y serán esenciales para mantener tu boca saludable. Por el día, la saliva y el cepillado acaban con las bacterias y con los restos de comida, pero por la noche, si no actúas, se quedarán ahí, y tendrán un efecto mucho más dañino.

Durante el día, la actividad física es mayor, por lo que lasaliva se produce de forma constante y ayuda a limpiar los dientes. Al masticar la comida, la boca está mucho más estimulada lo que reduce la acumulación de las placas bacterianas. También está más expuesta al aire al respirar y al hablar, y, aunque parezcan tonterías, tienen mucho que ver en la salud bucodental.
Los expertos confirman que, si hubiese que lavarse los dientes sólo una vez, la mejor opción sería por la noche. Y es que, la inactividad de la boca mientras duermes puede tener consecuencias muy negativas si no has mantenido antes la higiene necesaria. Es como dejar una casa cerrada durante días. Las células muertas, las placas, el sarro, la sequedad bucal al disminuir la saliva, provocan el mal aliento y son las consecuencias que ocurren si no cepillas tus dientes, pero pueden ser aún peores, llegando a provocar enfermedades e infecciones que requerirán tratamientos caros
Por eso, los cinco minutos de los que te hablaba al principio, son esenciales para evitar todas estas alteraciones innecesarias. Para mantenerlas más alejadas, puedes incorporar a tu rutina de cepillado, el hilo dental y un raspador de lengua de acero inoxidable o plástico. Lo normal es que laves tus dientes dos veces al día, por la mañana y por la noche, y si puedes, tres veces, después de cada comida. Así mantendrás una higiene bucal completa y un aliento fresco todo el día.
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