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¿Qué es "vivir la vida" exactamente?

Todos queremos "vivir la vida"... ¿quién no? Pero: ¿Cómo hacerlo sin renunciar a nuestros valores y asegurándonos de que esa forma de vivir realmente nos acerca a la felicidad y a la plenitud?

Una joven en la naturaleza

Una joven en la naturalezaPexels

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¿Has oído esa expresión de "yo lo que quiero es vivir la vida"? Se utiliza a menudo, pero su significado es difuso y confuso. Algunas personas utilizan esa expresión para alejarse de las responsabilidades, otras para realizar acciones que no impliquen compromiso, otras como una forma de autoexigencia para asegurarse una supuesta felicidad, otras para ponerse límites a sí mismas y otras como un mecanismo de defensa para alejarse de aquello que pueda hacerles daño.

Estos son algunos ejemplos, pero puede haber muchos más significados para esta expresión. Lo verdaderamente importante es que todos debemos tener el objetivo de "vivir la vida", sin duda. Pero, si analizamos esta expresión a nivel psicológico, ¿qué queremos decir cuando expresamos que queremos "vivir la vida"? Sabemos que este concepto se relaciona con la sensación de felicidad y plenitud y, como ya os hablaba en otro artículo, no existe una receta para la felicidad, pero sí sabemos cómo son las personas más felices.

Actitudes que dan felicidad y plenitud

Para no caer en los tópicos, a continuación, se describen algunas ideas para ayudarnos a "vivir la vida" y lograr esa sensación tan ansiada de felicidad y plenitud:

  • Agradecer: Es muy importante estar conectados con el aquí y el ahora para que una vez que estemos conectados con el momento presente nos propongamos atender a los pequeños detalles y a ser agradecidos con las pequeñas situaciones que nos da la vida, y que son agradables para nosotros.

    Por ejemplo: El placer de saborear el café por la mañana, el saludo y la bienvenida de alguien al llegar a casa después de la jornada laboral, nuestra canción favorita en la radio, el buen tiempo, el conversar con alguien que nos cae bien o la sonrisa de nuestro pequeño cuando jugamos con él.

  • Cuidar las relaciones personales: Para vivir la vida tenemos que alejarnos de ir en "piloto automático" y debemos de proponernos estar 100% conectados con la mayor cantidad de momentos posibles. Esto implica cuidar mucho de nuestras relaciones personales y sentir que verdaderamente las personas con las que pasamos tiempo nos aportan cosas positivas. No hace falta pedirles que sean los reyes de la fiesta, eso también sería bastante egoísta, pero sí que sean personas de las que seamos capaces de captar algo positivo.

    Por ejemplo: Personas que nos aporten tranquilidad, confianza, con las que se pueda hablar, que nos cuenten cosas curiosas, que se interesen por nosotros o que sean simpáticas para nuestro gusto.

  • Ser responsable: Es importante que seamos conscientes de que somos los protagonistas de nuestra propia vida y eso quiere decir que en nuestro libro no podemos estar hablando constantemente de los demás. Nuestras historias no deben contener demasiado victimismo y debemos reducir la crítica a otros. Este tipo de narrativa y de diálogo interior nos permite buscar soluciones y responsabilizarnos de nuestros conflictos y situaciones, en lugar de quedarnos pasivamente mirando las situaciones negativas que hemos vivido.

    Por ejemplo: Si alguien te ha pitado injustamente en la carretera, analizar la situación y dejarlo pasar, ya que tener un mal día por un acontecimiento como este, no vale la pena.

  • Tener presentes las fortalezas: Cada persona es diferente y eso implica que es necesario conocerla para encontrar sus fortalezas. El hecho de que una persona no tenga las fortalezas que sí tiene otra, no quiere decir que entonces no tenga fortalezas. Sino que sus fortalezas son diferentes. En este sentido es muy importante dedicar tiempo al autoconocimiento para detectar cómo somos, lo que nos gusta y lo que se nos da bien para tomar decisiones relacionadas con nuestras metas personales.

    Por ejemplo: No se me dan bien los números, pero se me da muy bien escuchar y mantener la calma ante situaciones críticas.

  • Identificar las debilidades: En línea con el punto anterior, también es importante que identifiquemos nuestras debilidades, pero no para presionarnos o victimizarnos con las carencias de nuestras habilidades, sino para proponernos una mejora continua. Es fundamental que, en esta búsqueda de la mejora personal, manejemos bien nuestras frustraciones y para ello necesitamos autocrítica, paciencia y flexibilidad.

    Por ejemplo: Sé que una de mis debilidades es la impuntualidad. Por tanto, ¿qué puedo hacer? Puedo proponerme salir media hora antes de lo habitual. Con este cambio habrá días que consiga llegar a tiempo y días que no, pero en el transcurso del tiempo puedo ir detectando más factores que me influyan. También debemos tener en cuenta que si existen debilidades que no conseguimos superar o con las que sentimos que existen grandes obstáculos, pedir ayuda profesional al psicólogo siempre es una opción recomendable y saludable.

  • Querer sin miedo: Para poder "vivir la vida" algo que no puede fallar es mantenernos conectados con nuestras emociones. Esto significa tomarnos nuestro tiempo para sentir, identificar nuestras emociones y permitírnoslas. Las emociones nos transmiten información importante sobre nosotros mismos, y si las suprimimos, hay algo importante que no estamos teniendo en cuenta. Cuando nos relacionamos con los demás es importante que lo hagamos con naturalidad y que mostremos afecto cuando sintamos esa necesidad, sin reprimirnos. Esto siempre de forma adecuada y educada, en consonancia con el tipo de relación que tengamos con esa persona a la que le queremos mostrar nuestro afecto. Reprimir nuestras emociones no es una opción positiva para "vivir la vida".

    Por ejemplo: Eliminar de nuestra filosofía de vida pensamientos como "el que se enamora pierde".

  • Elegir las metas correctas: Existen algunas metas a nivel social que están bien vistas, como pueden ser: casarse, tener hijos, tener un buen puesto laboral y una casa bonita. Pero, las cosas van cambiando, y también se valora a nivel social en muchas ocasiones el conseguir múltiples parejas sexuales, viajar y no tener responsabilidades. ¿Qué es lo correcto? Lo correcto en este sentido no existe. Las personas vamos evolucionando a medida que pasa el tiempo y debemos estar conectados con nosotros mismos y desarrollar nuestro autoconocimiento para poder proponernos las metas adecuadas para nosotros en cada etapa de nuestra vida. Por eso es tan importante no reprimir nuestras emociones.

    Por ejemplo: Una persona que tiene el pensamiento de que si formaliza su relación amorosa con alguien, la diversión de su vida y su libertad habrán finalizado y esto le lleva a alejarse del amor y reprimir sus emociones, no está “viviendo la vida”.

En conclusión, "vivir la vida" es algo que solamente uno sabe cómo hacer. Esto quiere decir, que nadie puede decirte cómo debes vivir tu vida, es algo totalmente personal y cambiante. Lo más importante es el autoconocimiento para saber lo que necesitamos y deseamos en cada etapa de nuestra vida y así proponernos las metas adecuadas, así como permitirnos tener un día a día relajado y consciente.

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