¿NIÑO O NIÑA?
¿En qué semana del embarazo se conoce el sexo del bebé?
Los avances tecnológicos y médicos nos permiten conocer el sexo del bebé, aunque esto no es posible en cualquier punto del embarazo.
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Ser madre o padre es una decisión que muchos evalúan con el paso del tiempo y otros tantos optan por no pensar en ello. Se trata de una decisión que nos lleva a querer formar una gran familia, a pesar de que en algunas ocasiones se presente como un plan que se resiste a cumplir nuestro sueño. Y es que no siempre depende de las ganas, sino también de las posibilidades de cada persona y el caso en cuestión.
En caso de que todo vaya por un camino positivo, se presenta el gran momento. Ese instante en el que los progenitores reciben la gran noticia: van a ser padres. Es ahí cuando los planes comienzan, la idea de tener a un integrante más en la familia que viene acompañado de una gran ilusión y, por supuesto, la búsqueda de todo cuanto necesita. Porque, ante todo, están sus necesidades y la sensación de que hay que cubrir estas ante todo.
Con esos pensamientos en mente llega la duda de saber si tendremos un niño o una niña. La búsqueda del nombre, de encontrar los complementos perfectos o adornar la habitación de una forma específica para el pequeño de la familia. Sin embargo, ¿cuándo podemos saber realmente el sexo del bebé? Si bien este era un dato que antiguamente se limitaba al momento del parto, esto es algo que ha ido cambiando con el paso de los años y los grandes avances médicos.
¿En qué semana podemos ver el sexo del bebé?
Si bien cada semana resulta importante y se presenta como un instante único en nuestra vida, será a partir de la semana 20 de embarazo cuando podamos ver los genitales del feto. Estos se encontrarán totalmente formados en esta semana y, en ocasiones, podrán distinguirse con total claridad al realizar la ecografía. De hecho, hay casos en los que unos padres pueden llegar a descubrir el sexo de su bebé mucho antes.
Sin embargo, no hay que desanimarse si al estar cerca de la semana 20 o incluso posteriores no conseguimos ver el sexo del bebé. Si bien no son muchos los casos en los que esto sucede, existe un porcentaje de casos en los que no se puede ver con claridad por diversos motivos:
- Colocación del feto
- Escasez de líquido amniótico
- El propio peso de la madre
En estos casos, entre muchos otros, el especialista puede tratar de saber el sexo del bebé. Sin embargo, en caso de duda, muchos profesionales prefieren no decir nada para evitar el posterior error. Sin embargo, ¿cómo es esta prueba en la que se conoce el sexo del bebé?
¿Qué podemos ver en la ecografía?
La ecografía es una de las pruebas más seguras de averiguar el sexo que tendrá el bebé. Esto se debe a que no se trata de una prueba invasiva y que se realiza de manera constante, por lo que los profesionales están muy acostumbrados a su realización. Por supuesto, la ecografía es una prueba que se realiza en más de una ocasión durante el embarazo, aunque será a partir de la semana 20 cuando los médicos puedan llegar a mostrarnos el sexo de nuestro bebé.
¿Qué se puede apreciar en la ecografía? Además de poder apreciar con bastante detalle el feto, esta permite a los profesionales comprobar el tamaño del mismo e incluso la posición. En caso de que su postura lo permita, a la hora de determinar el sexo del bebé se cumplirán dos situaciones.
- En caso de ser una niña, se determinará la ausencia de órganos masculinos y, en algunos casos, podrán llegar a mostrarse los labios mayores.
- En caso de ser un niño, se apreciarán las bolsas escrotales y el pene.
¿Existen más pruebas para conocer el sexo del bebé?
Si bien la prueba más conocida es la ecografía, no es la única que tenemos a nuestra disposición. Eso sí, no todas ellas son pruebas recomendadas debido a ser invasivas o que incluso se utilicen para conocer el sexo del bebé. En muchos casos este es un dato que se conoce como añadido tras realizar la prueba por un problema más grave. Entre las pruebas disponibles nos encontramos con:
- Ecografía - La opción más fiable y recomendable. De hecho, se trata de la opción más extendida y en la que podemos ver al feto, siempre y cuando este se encuentre en la posición adecuada.
- Amniocentesis - Se trata de una prueba invasiva con la que se trata de descubrir si existe algún riesgo de que el bebé tenga algún tipo de alteración cromosómica. No se trata de una prueba realizada para satisfacer la curiosidad de los padres respecto al sexo de su bebé, sino para tratar de detectar anomalías, a pesar de no ser una prueba muy recomendada.
- Prueba de sangre - Esta puede ser realizada a las 8 semanas y se buscan cromosomas masculinos en la sangre de esta.
- Test de orina - Se trata de una prueba muy poco fiable y que puede llegar a fallar si se toma algún tipo de hormona o si en el embarazo hay más de un bebé.
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