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Por qué no deberías deshacerte de las mascarillas aunque ya no sea obligatorio llevarlas puestas

Ya no es obligatorio llevar mascarilla, pero pueden ser más útiles de lo que pensamos. Te contamos por qué deberías seguir teniéndolas a mano.

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Llevamos ya mucho tiempo usando las mascarillas de forma habitual en nuestro día a día por lo que se ha vuelto un bien de primera necesidad para nosotros, ya que durante dos años nos han acompañado por culpa de la pandemia y han sido una barrera fundamental para luchar frente la Covid-19. Después de todo este tiempo muchos son los que tienen ganas ya de tirarlas a la basura, y olvidarse de una vez por todas de ellas y quizá otros se resisten todavía a despedirse de ellas, no obstante, han llegado para quedarse aunque ya no las usemos con tanta frecuencia, pero pueden ser de ayuda para en diferentes ocasiones. En el vídeo te damos más detalles.

Aunque después de dos años las mascarillas dejan de ser obligatorias, todavía hay lugares en los que su uso es obligado todavía, como el transporte público o los centros hospitalarios y de salud. Y es recomendable usarla en los sitios donde la distancia de seguridad no se pueda garantizar. No obstante, existen algunos usos interesantes por lo que deberíamos tenerlas a mano.

Otros usos beneficiosos de las mascarillas

Con la llegada de la primavera, vienen también las alergias. Es una época muy molesta por las partículas de polen que circulan con más intensidad, que aunque normalmente pueden afectar de forma leve, el uso de la mascarilla para los afectados es más que recomendable para aliviar sus síntomas, sobre todo cuando nos acercamos a zonas rurales donde estos se incrementan.

También en días de frío o mucho viento en el exterior nos protege las zonas más sensibles de la cara como las mejillas o los labios para que no se irriten y en los días de más polución por la contaminación, viene bien tenerla puesta para prevenir posibles enfermedades, sobre todo para personas con problemas respiratorios.

Por tanto, es interesante que no nos olvidemos de ellas y tenerlas siempre cerca. Nos seguirán protegiendo de posibles enfermedades o protegeremos a los demás de ellas si las llevamos cuando tengamos algún síntoma.

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