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El nuevo diagnóstico de Bruce Willis: ¿Qué es la demencia frontotemporal y cuáles son sus síntomas?

El nuevo diagnóstico médico de Bruce Willis indica que sufre demencia frontotemporal. Te explicamos cuáles son sus síntomas y cómo se pueden tratar para que no afecten de forma tan brusca al paciente y su entorno.

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En marzo de 2022, Bruce Willis se retiró del mundo de la interpretación después de haber sido diagnosticado de afasia, un trastorno neurológico que afecta a las capacidades comunicativas, dificultando el habla.

Ahora, casi un año más tarde, su salud ha empeorado y su diagnóstico también: los médicos han detectado que padece demencia frontotemporal.

Así lo han comunicado sus hijas a través de su cuenta de Instagram:

¿Qué es la demencia frontotemporal?

La demencia frontotemporal (DFT) se define, en este texto del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos, como "una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por un cambio progresivo en la personalidad y el comportamiento y/o una alteración temprana y progresiva del lenguaje".

LA DFT afecta específicamente el lóbulo frontal y/o temporal del cerebro, degenerando progresivamente las células nerviosas en estas áreas del cerebro, lo que conduce a una disminución gradual de la capacidad cognitiva.

Se considera la segunda causa más frecuente de demencia en menores de 65 años.

Tipos de DFT

Existen diferentes subtipos de la DFT, que comportan diferente sintomatología y distintos patrones de degeneración cerebral:

  • DFT conductual, se caracteriza por cambios en la personalidad y el comportamiento. Una persona que sufre este tipo de DFT suele costarle empatizar y tener juicio, se vuelve incapaz de planificar o tomar decisiones y puede comenzar a comportarse de forma impulsiva y, por lo tanto, asumir más riesgos.
  • DFT semántica, que afecta el lenguaje y la comprensión del significado de las palabras. Los síntomas incluyen dificultades para nombrar objetos, problemas para entender el lenguaje hablado y escrito y comprender conceptos abstractos.

Síntomas

Los síntomas de la demencia frontotemporal pueden variar dependiendo de qué parte del cerebro está más afectada. Los más comunes son algunos de los que ja hemos comentado, como los cambios de personalidad, la falta de juicio y de empatía y la dificultad para planificar y tomar decisiones.

Por otro lado, también existen síntomas físicos, como problemas de equilibrio y coordinación, debilidad muscular y movimientos involuntarios.

Los pacientes con DFT tienen serios problemas para comportarse de forma correcta en un entorno laboral o a la hora de establecer relaciones personales, pues tienen dificultades para seguir reglas y normas sociales. Así como también les cuesta reconocer los rostros de sus seres cercanos y comprender el contexto social.

Muchas veces, los cuidadores de estos pacientes suelen sufrir al ver conductas impropias de aquella persona cuando estaba sana. Pero es muy importante no culpabilizarlos y tener presente en todo momento la enfermedad.

Tratamiento

La DFT es una enfermedad degenerativa y actualmente no existe una cura. Se ha probado el tratamiento con los fármacos usados contra el Alzheimer, pero "no muestran eficacia con las demencias frontotemporales", afirman desde el Hospital Clínic de Barcelona.

Sin embargo, hay tratamientos farmacológicos y no farmacológicos disponibles, que pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Entre los tratamientos farmacológicos, se suelen usar antidepresivos y antipsicóticos, útiles para el control de síntomas conductuales.

Por otro lado, los no farmacológicos se basan en un acompañamiento adecuado por parte de los familiares, amigos y algunos profesionales, como los logopedas, que pueden ayudarles a encontrar nuevas formas de expresarse.

En este tipo de tratamiento, las personas que estén presentes en el día a día del paciente deben ser capaces de usar un lenguaje sencillo y que no entre en conflicto con sus capacidades limitadas debido a la enfermedad. También es importante tener unas rutinas concretas y adaptar los entornos habituales para "gestionar las conductas compulsivas".

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