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Moho en el fregadero: así podrás quitarlo con tan solo dos productos caseros

Las superficies que usamos en nuestro día a día son más propensas a acumular bacterias y suciedad. Una de ellas es el fregadero, cuya silicona que lo rodea puede llegar a desarrollar hongos y perder fijación. Por este motivo, mantener esta zona limpia y desinfectada es esencial para evitar el moho y el mal estado de la misma.

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La encimera y el fregadero son dos de las superficies de la cocina que más se usan y, por lo tanto, son las que más bacterias acumulan. En el caso del fregadero, esta suciedad no solo es antiestética, sino que también puede afectar a su funcionalidad.

El moho crece en lugares húmedos y oscuros, como la silicona alrededor del fregadero. Si tu cocina o baño tiene mucha humedad, es más probable que el moho se desarrolle. Por un lado, las bacterias pueden contaminar los alimentos que se lavan en el fregadero, lo que puede provocar intoxicaciones. Por otro lado, las bacterias pueden obstruir el desagüe del fregadero, lo que puede dificultar el drenaje del agua.

Silicona del fregadero
Silicona del fregadero | NovaMás

Para evitar estos problemas, es importante limpiar estas zonas regularmente. También debemos secar bien las superficies después de limpiarlas para asegurar un mejor estado de estas.

Para mantener limpia y desinfectada estas zonas, lo más efectivo es mezclar un poco de lejía con unas gotas de jabón neutro. A continuación, aplicamos la mezcla con un cepillo o brocha por todo el contorno del fregadero, asegurándonos de cubrir toda la silicona.

Limpiar el fregadero
Limpiar el fregadero | iStock

Una vez aplicada la mezcla, dejamos que haga efecto durante una hora. Durante este tiempo, la lejía actuará sobre la suciedad y las bacterias, debilitándolas y haciéndolas más fáciles de eliminar. Luego, retiramos la mezcla con un paño húmedo, lo que hará que la suciedad se desprenderá fácilmente. Si queda algún resto, podemos frotar con un cepillo o un estropajo.

A continuación, aclaramos con agua caliente para eliminar todos los restos. Es importante secar bien la zona para evitar que la humedad se acumule y favorezca el crecimiento de moho. Además, en el caso de que la silicona esté muy dañada, la lejía puede ser corrosiva y dañarla aún más. En este caso, podemos utilizar una solución de vinagre con bicarbonato de sodio y agua tibia y frotar la mezcla con intensidad.

De esta manera, podrás mantener en buen estado tu fregadero, eliminando la suciedad y las bacterias por completo.

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