NO TE TUMBES

Javier G. García, entrenador personal: "salir a caminar tras las comidas y cenas navideñas te puede salvar la fiestas"

Tras una buena comida en Navidad llega la sobremesa y, tras ella, muchos se tumban a descansar. Está totalmente contraindicado hacerlo porque empeora la digestión. Es más, lo mejor es moverse y una actividad al alcance de cualquiera es salir a andar. Te cuento por qué en este artículo.

Un grupo sale a caminar en invierno

Un grupo sale a caminar en inviernoFreepik

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Llega una época festiva en la que es habitual excedernos comiendo. Mantener la rutina de ejercicio físico es una de las mejores formas de evitar que las celebraciones nos lleven a perder la forma física. Además, caminar después de cada comilona aportará beneficios extra a nuestra salud.

Caminar reduce la pesadez

Los excesos nos provocan una sensación desagradable de hinchazón y pesadez. Este efecto se puede mitigar gracias a un paseo tras la comida o cena, ya que estimula el sistema digestivo y favorece la absorción de nutrientes.

Ni siquiera es necesario hacer una caminata larga. Con un rato de paseo a ritmo normal, notaremos la mejoría.

Persona andando
Persona andando | iStock

Caminar ayuda a controlar la glucosa

Cuando comemos, la glucosa se transporta por la sangre para ser almacenada. Si nos movemos después de comer, parte de esa glucosa la utilizamos directamente para poder realizar la actividad. Por lo tanto, almacenamos menos glucosa.

En un estudio de la Revista de la Asociación Americana de Directores Médicos se concluyó que caminar 15 o 20 minutos después de comer o cenar ayuda a reducir la glucosa en sangre.

La evaluación la realizaron caminando, de hecho, a diferentes ritmos. Cada persona decidió la velocidad en el paseo. Ello demuestra que no es necesario un esfuerzo elevado, sino simplemente tomar la iniciativa de levantarnos de la mesa.

En esta línea, un estudio de la Diabetes Care comprobó que podemos utilizar esos 15 minutos después de cada comida para favorecer el control glucémico y reducir los niveles de glucosa. Esto permite además grandes beneficios en el equilibrio diario del azúcar en sangre.

Resulta interesante comprobar que la investigación concreta que estos paseos cortos e intermitentes son útiles e interesantes, más aún en personas mayores, sin que sea necesario superar ese número de minutos.

Mujer caminando por la naturaleza
Mujer caminando por la naturaleza | Freepik

Caminar para controlar el peso

Controlar la glucosa y prevenir su acumulación ayuda a su vez a controlar el peso. Caminar implica mover todo nuestro cuerpo y, por lo tanto, gastar calorías. Aunque no tenga el mismo efecto que una rutina de entrenamiento, cualquier movimiento es mucho mejor que quedarnos sentados.

Caminar para evitar comer de más

La sobremesa en Navidad es peligrosa, porque hay sobre el mantel más dulces y caprichos, que inevitablemente terminaremos picoteando. Ya no hablamos solo de la comida o la cena, sino también de esos extra contra los que nos peleamos el resto del año.

Obligarnos a dar un paseo ayuda a una menos tentación de ingesta de calorías. Debemos tener en cuenta que uno de los principales problemas de estas fechas es la gran acumulación de calorías ingeridas sin necesidad.

Caminar es una actividad fácil de hacer para todos

Caminar es la actividad más accesible y cómoda que podemos realizar tras una comida de Navidad. En muchas ocasiones, nos juntamos con familiares o amigos, por lo que meternos en otro deporte, como el entrenamiento de fuerza o salir a correr, resulta mucho más complicado. Implica llevar ropa deportiva y, como mínimo, una ducha posterior.

En cambio, dar un paseo de 15 minutos es muy sencillo, y lo podemos realizar en cualquier lugar. Si ya convences al grupo para salir todos juntos y cantar unos villancicos, mejor que mejor.

Dos amigas caminando en la naturaleza
Dos amigas caminando en la naturaleza | Freepik

Caminar para coger aire

Las cenas familiares pueden generar, en ocasiones, algún motivo de conflicto, sobre todo cuando se abordan asuntos delicados.

Salir de esas pequeñas tensiones que puedan surgir con una excusa positiva, como es un paseo, no solo ayuda a hacer la digestión, sino que además puede rebajar la tensión. Aprovecha para disfrutar del paseo, liberar la mente y coger aire.

Caminar como actividad básica cuando no hay tiempo de nada

Las compras navideñas, las celebraciones y los festivos nos quitan mucho tiempo para hacer deporte. Por suerte, supone pasar más tiempo con la familia y amigos, que en gran parte del año suele escasear.

Dado que tenemos menos tiempo, hay que planificarse bien para poder practicar ejercicio y a la vez disfrutar de estas fechas. Una opción claramente buena es salir a caminar después de comer, así como cualquier otra rutina que nos obligue a movernos y estar activos.

Caminar y hacer el ejercicio que puedas

Aunque caminar es la actividad que nos puede resultar más sencilla de llevar a cabo, cualquier ejercicio físico que nos guste es positivo. Siempre y cuando no se haga a una intensidad elevada y estemos habituados a realizarlo, podría ser casi equivalente.

En este estudio del 2006 se estudiaron los efectos de practicar ejercicio tras una ingesta de alimentos de alto índice glucémico. Uno de los elegidos fue ciclismo durante 30 minutos a una intensidad suave. Se obtuvo resultados positivos y se concluyó que la actividad física ligera tiene un efecto reductor agudo en la glucemia: de hecho, tan alto como en el uso de fármacos hipoglucémicos.

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