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CUIDADO DE LA PIEL

Errores que cometes al limpiar las cuchillas

Cuidar la higiene de las hojas de afeitar es importante para un rasurado indoloro y seguro

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Quizá optas por usar las cuchillas de usar y tirar. Tal vez cambias la hoja cada vez que te afeitas para asegurarte de que el rasurado sea preciso y pulcro. No obstante, si sueles reutilizarlas, presta atención a los consejos que te damos en el vídeo.

Usar más de una vez las cuchillas es una opción totalmente válida. Es menos nocivo para el medioambiente y también ahorras algo de dinero. Sin embargo, para que tu piel no se irrite en exceso y se mantenga cuidada, no basta solo con lavarla después de usarla.

Seguramente, hasta ahora, limpiabas la cuchilla debajo del grifo dándole unos golpecitos contra el lavabo. Puede que después de esto la seques con una toalla, ¿verdad? Pues presta atención. Si las tratamos mal, pueden acabar suponiendo un peligro para el bienestar de nuestra piel.

Las cuchillas están diseñadas de manera milimétrica. Al darle golpecitos contra el lavabo del baño podemos llegar a desplazar las cuchillas. Si la volvemos a usar, las hojas habrán modificado su posición, y aunque sea leve, la probabilidad de que nos cortemos por ello es mucho mayor.

La ventilación de las hojas es fundamental. Secarlas con una toalla puede alterar el filo y terminar dañándolas. Hay que dejarlas secar al aire y nunca dentro de la propia ducha. La humedad que se condensa en la ducha o la bañera hace que tarden más en secarse. Esto puede provocar que las cuchillas se oxiden. Este consejo es sumamente importante ya que una cuchilla oxidada puede cortar gravemente nuestra piel e incluso causarnos alguna infección.

Sécalas en un lugar abierto y mételas en su estuche para que estén en un lugar limpio. Además, intenta comprarlas de acero inoxidable para evitar que se estropeen por el agua con el uso.

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