PALABRA DE EXPERTO
Empieza a entrenar en septiembre: por qué este mes es ideal y cómo hacerlo sin agobios
Llega septiembre y la famosa vuelta al cole: al trabajo, la rutina y las obligaciones diarias. Pero también es, en muchas ocasiones, el momento de ponerse retos y nuevos propósitos.

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El verano es el momento del año en que disponemos de mayor tiempo libre, y un buen momento para empezar a entrenar. Si tus vacaciones ya han pasado, esa motivación no estará, pero tampoco tendrás excusa para no empezar: el mejor momento para iniciarse es cuanto antes. Es muy probable que septiembre sea en este momento tu mejor opción.
Un plazo y un objetivo razonables
Todos empezamos a entrenar con un objetivo, ya sea mejorar la salud, perder peso, preparar una prueba deportiva o cualquier otra. Para conseguir cualquiera que te propongas hace falta tiempo.
No existen los milagros y la operación bikini no es más que un invento para que te apuntes a entrenar. Para llegar perfecto al verano, comienza ahora, que tienes por delante casi un año completo hasta las próximas vacaciones estivales.
Es ideal además porque podemos planificar todo el periodo, sabiendo que la interrupción más grande no llegará hasta las vacaciones del próximo verano.

Momento ideal para ganar músculo y tonificar
A medida que entramos en el otoño y nos acercamos al invierno, el organismo tiende a acumular más músculo y más grasa. Esto se produce porque nuestros ancestros necesitaban, para su supervivencia, incrementar su peso para sobrevivir al invierno, puesto que con el frío el cuerpo gasta más calorías.
Podemos aprovechar este hecho para llevarlo a nuestro terreno y tonificar esos músculos que más adelante nos costará hacer crecer.
El actual es un buen momento para ganar masa muscular, la llegada de la primavera, suficientes meses más tarde, será la época perfecta para definir.
Esquiva periodos clave de subida de peso
Las personas que no están activas durante el verano suelen acumular más grasa corporal. Si esta grasa no se quema, se mantiene como parte de nuestra composición corporal. De hecho, lo habitual es que siga aumentando año tras año si los hábitos no son adecuados, y lo haga aún más si tampoco renunciamos a pegarnos atracones y a los dulces de la Navidad.
No hace falta explicar que esperar al nuevo año es una mala decisión. El objetivo de peso a perder tendrá que ser mayor y supondrá comenzar con cuatro meses de desventaja, los que suceden entre septiembre y diciembre.

Convertirás la actividad en rutina
El ser humano es un animal de costumbres. Cuando una actividad forma parte de nuestra rutina, es más sencillo mantenerla en el tiempo. Las vacaciones de verano interrumpen con frecuencia las buenas costumbres, y este inicio de curso es el momento ideal para integrar el ejercicio en los hábitos semanales.
Cuando elegimos septiembre para ponernos en serio, empezamos trabajo, obligaciones y ejercicio físico al mismo tiempo. Coge tu agenda y organiza ya cuándo quieres entrenar. Te resultará mucho más sencillo.
Podrás empezar por el principio
Antes de empezar, es imprescindible decidir qué quieres conseguir. El objetivo determina el tipo de entrenamiento y concreta si es mejor que entrenes en la calle, en un gimnasio o en un centro de entrenamiento personal.
Si quieres que el ejercicio tenga la máxima eficacia posible, ahorrarás tiempo si un entrenador personal adecua el entrenamiento a tus características. No tendrás más preocupación que la de acercarte hasta la instalación y seguir sus instrucciones.

Si prefieres empezar por tu cuenta, lo más recomendable es hacerlo con 3 o 4 semanas de ejercicio de fuerza de intensidad baja. Esto te dará la base para progresar adecuadamente y evitar las molestias o lesiones.
Una idea para ello es llevar a cabo un circuito fullbody en el que ejercites los principales grupos musculares. En cualquier gimnasio recibirás unas mínimas indicaciones. O, si lo prefieres, puedes acudir a alguna clase colectiva tipo tonificación. En ellas, coge al principio poco peso para conseguir las adaptaciones anatómicas necesarias.
El ejercicio cardiovascular también puede formar parte de este periodo, pero serán semanas donde la fuerza te aporte más beneficios. El ejercicio cardiovascular irá creciendo de forma progresiva, tanto en duración como en intensidad.
Uno de los recordatorios más importantes cuando te decides es que cada uno lleva su propio ritmo. No es necesario fijarse en los demás compañeros. Podrás progresar de acuerdo con tu nivel.
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