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Deporte vs. Navidad: Por qué no tiene sentido entrenar más para compensar las comilonas

No sólo no te ayudará a verte mejor, sino que podría frenar tu evolución.

Foto de archivo de comida

Foto de archivo de comidaiStock

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De la misma forma que hacer dieta antes de Navidad es completamente contraproducente, incrementar la actividad deportiva las semanas previas a las fiestas incumple dos principios fundamentales del deporte:

1. Principio de progresión del entrenamiento:

Incrementar de forma progresiva el volumen y/o la intensidad de entrenamiento es la mejor forma de progresar hacia una mejor forma física. Para que esta mejora se haga evidente, es imprescindible un descanso específico.

Cuando incrementamos el entrenamiento, nos saltamos esa recuperación que nos permite seguir mejorando. Eso provoca que la actividad deje de tener efecto en el progreso.

2. Principio de continuidad:

Este principio nos dice que tampoco deberíamos tomarnos el mes de diciembre de vacaciones. Cuando los periodos de descanso entre entrenamientos son demasiado largos, la mejora es nula e incluso invierte el progreso.

Por el contrario, si entrenamos más puede ser muy contraproducente al no dejar el tiempo suficiente para que el metabolismo se recupere y mejore. Podría generar cansancio, fatiga muscular y muy probablemente, sobreentrenamiento. Esto puede dar lugar a trastornos del sueño, una caída del estado de ánimo, inflamación muscular, náuseas ocasionales y una evidente disminución del rendimiento.

De acuerdo con estos dos principios fundamentales, la recomendación general es continuar con la rutina de entrenamiento habitual, sin variaciones. No se trata de elegir en qué momentos del año llevar una vida saludable, sino en que los buenos hábitos sean la normalidad.

Sentimiento de culpa al no entrenar

Cuando no hay unas rutinas saludables estables, es habitual que estos periodos de excesos nos hagan un gran daño psicológico: nos harán sentir culpables y desatarán nuestras ganas de solucionar esta angustia lo antes posible.

Debemos tener en cuenta que estas comidas tienen un alto componente social, por lo que es recomendable disfrutar de estos momentos, aunque con mesura, y continuar con nuestra rutina saludable el resto de días.

Recordemos que extenuarnos a hacer abdominales o sentadillas no va a ayudarnos a quemar la grasa localizada en el abdomen o en el glúteo. Mientras exista una capa de grasa que cubra el músculo, seremos incapaces de observar resultados. De ahí que sea aconsejable trabajar de manera proporcionada y constante.

¿Puedo hacer algo para compensar las comilonas?

Si sientes la necesidad de evitar las consecuencias físicas y psicológicas de las comidas de Navidad, hay formas más saludables de hacerlo. Existen diferentes estrategias para aumentar el gasto calórico sin afectar a nuestra salud.

Aumentar el NEAT

El llamado Non-Exercise-Activity Thermogenessis (NEAT) apunta que, a diferencia de lo que ocurre con nuestro entrenamiento habitual, en lo que sí podemos dar un poco más de nosotros es en las actividades que realizamos a lo largo del día no asociadas al ejercicio. Podemos, por ejemplo, caminar más tiempo, subir por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, aparcar un poco más lejos de lo habitual, levantarnos cada hora de la silla, y todos los etcéteras que tantas veces has escuchado.

Elevar ligeramente la duración del entrenamiento

Esta decisión es conveniente llevarla a la práctica de una forma muy planificada, para no saltarte en ningún momento los dos principios del entrenamiento con los que iniciamos el artículo. En este punto no entraría, por ejemplo, salir a correr más tiempo de lo que nuestro cuerpo está acostumbrado. Hacerlo bien puede ayudarnos a incrementar levemente el gasto calórico sin llegar a excedernos con el entrenamiento.

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