SEÑALES DE ALERTA

Crecimiento acelerado en niños: señales que debes vigilar

Un crecimiento acelerado puede tener consecuencias negativas para la salud futura del niño. Te cuento todas las señales que debes atender para saber cuándo deberías consultar con tu pediatra para saber si hay hipercrecimiento,

Pediatra midiendo la altura de una niña

Pediatra midiendo la altura de una niñaFreepik

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El crecimiento en los niños es una causa de preocupación frecuente para los padres. Normalmente, cuando nuestro hijo es el más alto de clase o crece muy rápido, nos tranquilizamos pensando que goza de una salud y nutrición excelentes. Sin embargo, cuando este crecimiento no se corresponde con su etapa de desarrollo o su talla sobrepasa lo esperado por la talla familiar debemos estar atentos a algunos signos que pueden indicar que algo no está funcionando correctamente y son motivos de una valoración pediátrica.

¿Qué entendemos por crecimiento acelerado?

Los pediatras llamamos crecimiento acelerado o "estirón de crecimiento" al aumento en la velocidad de crecimiento que se produce en determinadas épocas del desarrollo infantil. Es decir, que durante unos meses (o años) se crecen muchos centímetros de forma rápida.

Esto es normal en determinados periodos del crecimiento en los niños como:

  • Durante los 2 primeros años de vida.
  • La pubertad, donde el aumento de talla se acompaña de cambios hormonales y sexuales.
Un niño jugando en una rama
Un niño jugando en una rama | Freepik

Fuera de estos períodos lo normal es que los niños crezcan de forma lineal siguiendo un patrón o percentil de crecimiento acorde a su salud y genética. Durante este tiempo, si el niño se desvía bruscamente de su curva habitual, si aumenta percentiles de forma muy rápida o si su maduración física avanza más deprisa de lo que debería, conviene analizar qué está pasando.

Señales que hacen sospechar que el crecimiento de un niño no es normal

1. Desarrollo puberal demasiado temprano

Cuando se comienzan a producir hormonas sexuales, actúan sobre los huesos y aceleran el crecimiento además de dar pie a la aparición de características sexuales secundarias, como la aparición de vello púbico o axilar, el cambio del olor corporal o el desarrollo de pecho en niñas y de aumento testicular en niños.

Si este estirón y cambio hormonal sucede antes de los 8 años en niñas y de los 9 en los niños podría indicar que hay algún problema hormonal y que su crecimiento podría finalizar antes de lo esperado, por lo que hay que consultar con el pediatra.

2. Dolores óseos o cansancio excesivo

Pueden ser típicos los dolores óseos inespecíficos en épocas de estirón puberal, pero si estos dolores se vuelven constantes, despiertan por la noche o perduran en el tiempo o se acompañan de cansancio excesivo se deben descartar problemas en algunas hormonas que también intervienen en el crecimiento, como la tiroides o la suprarrenal.

Una madre mide la altura de su hijo
Una madre mide la altura de su hijo | Freepik

3. Rasgos físicos o cambios en la estructura corporal

Aunque son raros, hay algunos síndromes genéticos que causan hipercrecimiento y que dan lugar a rasgos físicos que pueden llamar la atención como:

  • Crecimiento desmesurado de las manos y los pies o la mandíbula.
  • Hiperlaxitud de las articulaciones. Esto quiere decir que los dedos o las muñecas son muy flexibles.
  • Desviación de la columna vertebral.
  • Hundimiento del esternón en el pecho.
  • Ausencia de testículos en bolsa escrotal al nacimiento
  • Desarrollo de las mamas en varones.

¿Cuándo debemos consultar con pediatría?

En los siguientes casos:

  • Si el niño crece más deprisa que otros de su misma edad sin estar en edad de pubertad.
  • Si observas signos puberales antes de los 8 años en niñas o antes de los 9 en niños.
  • Si cambia de percentil de talla de forma brusca repetidamente.
  • Si su crecimiento se acompaña de síntomas: dolores intensos, cansancio, cambios en comportamiento, cefaleas o alteraciones visuales.
  • Si notas características físicas diferentes al resto de niños o cambios en su proporción corporal.

Los padres conocen a sus hijos mejor que nadie. Si notas que está creciendo demasiado rápido, que su cuerpo cambia antes de tiempo o que algo no encaja con lo esperado para su edad, confía en tu instinto y consúltalo. Detectar a tiempo cualquier variación es clave para acompañarlo en un crecimiento sano y equilibrado.

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