SIN TIRAR A LA BASURA

Cómo hacer las croquetas perfectas con las sobras de las comidas navideñas

Las croquetas son un plato muy versátil que se puede servir como aperitivo, entrante o plato principal. Son una buena opción para cualquier ocasión, sobre todo si las hacemos con las sobras de las comidas de Navidad. Este es el truco para aprovechar al máximo los restos de estas fechas con el objetivo de no desperdiciar comida y hacer unas croquetas deliciosas.

Cómo freír las croquetas para que no se te abran mientras las cocinas

Las croquetas son un plato tradicional de la cocina española que se puede preparar con una gran variedad de ingredientes, tanto carnes como pescados o verduras. Sin embargo, una de las mejores maneras de preparar croquetas es aprovechando las sobras de las comidas navideñas. Las sobras de una comida pueden ser un desperdicio, pero también una oportunidad para crear algo nuevo y delicioso. Además, las croquetas son un plato perfecto para aprovecharlas, ya que son fáciles de hacer y tienen un sabor muy rico.

Con un poco de imaginación, podemos crear croquetas originales y sorprendentes, que serán el éxito de cualquier aperitivo o entrante. Lo primero que hay que hacer es preparar un sofrito de cebolla picada. La cebolla le dará un sabor suave y aromático a las croquetas. Una vez que la cebolla esté pochada, añadimos las sobras que queramos.

Después de unos minutos, sacamos la mezcla de la sartén y añadimos una cucharada de mantequilla y otra de harina. La mantequilla le dará cremosidad a las croquetas y la harina ayudará a espesar la bechamel. Removemos constantemente hasta que la mezcla esté homogénea y dorada.

A continuación, añadiremos medio litro de leche. Es importante no dejar de remover para que no se formen grumos con la harina. Dejamos que la bechamel se cocine a fuego lento durante unos minutos, hasta que espese.

Una vez la bechamel esté preparada, es el momento de incorporar las sobras. Las sobras le darán sabor y textura a la bechamel, así que es importante que sean de buena calidad. Añadimos las sobras a la bechamel y las mezclamos bien.

En el momento que las sobras estén incorporadas, salpimentaremos la bechamel al gusto. No es necesario añadir mucha sal, ya que las sobras suelen estar condimentadas. Sabremos que la bechamel está lista cuando pasemos una cuchara por la sartén y la masa no cubra el hueco de inmediato.

Cuando la bechamel esté lista, la cubrimos con film transparente para que no se forme una costra. La dejamos enfriar en la nevera durante unas horas. Durante este tiempo, la bechamel se endurecerá y será más fácil darle forma a las croquetas. Podemos usar una cuchara o un molde para darles forma. Las croquetas deben tener un tamaño uniforme para que se cocinen bien.

Una vez que las croquetas tengan forma, las rebozamos en huevo batido y pan rallado. Esto ayudará a que queden crujientes por fuera y cremosas por dentro. Por último, podemos freír las croquetas en aceite caliente o meterlas al horno.