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Cómo elegir unas buenas zapatillas deportivas

Antes de comprar unas zapatillas debes saber qué tipo de pisada tienes, para qué las vas a utilizar y tu nivel de rendimiento. De esta manera, podrás elegir bien y evitarás riesgos y gastos innecesarios.

Zapatillas deportivas

Zapatillas deportivasPexels

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Correr es una de las actividades deportivas aparentemente más económicas: con cualquier ropa deportiva que tengamos en casa y unas zapatillas aptas podremos comenzar. El calzado es lo más importante para prevenir lesiones y disfrutar de este deporte.

Zapatillas para principiantes

Lo más probable es que cualquier aficionado a correr te recomiende invertir en unas buenas zapatillas, pero... ¿Estás dispuesto a dejarte más de 100 euros sin saber si este deporte es para ti? No te dejes llevar por la motivación y evita comprar material que pueda quedar aparcado en pocas semanas.

Mi consejo es que empieces con unas zapatillas de running, sin más. Unas sencillas, que puedas usar para la práctica de cualquier otro deporte si descubres que correr no es lo tuyo.

Nadie pone en duda que es mucho mejor usar zapatillas muy buenas, pero cualquiera de running es útil para iniciarse y siempre estaremos a tiempo de acudir a unas más específicas si vemos que este deporte nos engancha. Ten en cuenta que, si te gusta y se convierte en afición, en poco tiempo las habrás desgastado y necesitarás un recambio. Aplaza la compra cara para entonces.

No obstante, si tienes molestias en las articulaciones, exceso de peso o algún condicionante que pueda derivar en lesiones o molestias, es preferible que antes de comprar consultes con un entrenador experto en running. Él te ayudará a iniciarte en este deporte paso a paso.

Tipos de pisada

Seas principiante o avanzado, es importante realizarse un estudio de la pisada. Lo ideal es hacerlo antes de empezar a correr y de comprar cualquier zapatilla, especialmente si eres consciente de que desgastas más la suela de tus zapatillas por un lado que por el otro.

Estos son los tres tipos de pisada más frecuentes:

  • Pronadora: Utilizas especialmente la zona interna de las plantas de los pies.
  • Neutra: Tu pisada ejerce una fuerza similar por la la cara interna y externa.
  • Supinadora: La pisada tiene más consistencia hacia la zona externa.

Puede que, de acuerdo a estas pautas, te parezca sencillo determinar qué tipo de pisada realizas, pero nada más lejos de la realidad. El modo en que pisas depende de muchos factores como son la escoliosis, una desalineación de caderas o tu tono muscular. Además, es posible que el desgaste de tu calzado te confunda, porque es frecuente compensar las variaciones en la pisada con modificaciones en nuestra forma de andar.

En cualquier caso, puedes tener clarísimo que pisas con mayor fuerza por una zona determinada del pie, pero no en qué grado. De ahí que unas zapatillas genéricas, para pronador o para supinador, no se vayan a corresponer con tus necesidades.

Detectar el origen de una pisada diferente a la neutra es clave para encontrar la mejor solución y para ello el estudio de la pisada nos va a dar información muy útil. Una zapatilla neutra, con la plantilla adaptada específicamente a tu pisada, es mucho más beneficiosa.

Usos de las zapatillas deportivas

En la elección de la zapatilla adecuada tenemos que tener en cuenta para qué se van a usar, y por lo tanto:

  • El tipo de terreno: El tipo de zapatilla varía si se va a correr por asfalto, parques, montaña, etc.
  • Tu objetivo: No es lo mismo querer terminar una carrera de 10 kilómetros que buscar mejorar tu mejor marca personal en 10 kilómetros. Aún siendo la misma distancia y el mismo terreno, la velocidad y el esfuerzo serán distintos. En el primer caso, el objetivo es disfrutar de la carrera y cuidar de la salud; en el segundo entra en juego el rendimiento deportivo. Por ejemplo, si tu ritmo va a ser más lento de 4:30 minutos el kilómetro, huye de las zapatillas voladoras o de placa de carbono.

¿Son igual las zapatillas de entrenar que las de competir?

Es con las zapatillas de entrenamiento con las que vas a realizar un mayor número de kilómetros, por lo que lo ideal es que tengan una buena amortiguación y estabilidad (media o media-alta). Esto ayudará a reducir el impacto en las articulaciones y prevenir lesiones, independientemente de que corras 10 kilómetros a la semana o 90.

Para los días de entrenamiento a velocidad alta (series) o de competición es preferible decantarse por zapatillas con placa de carbono o zapatillas voladoras, pues ofrecen una mayor eficiencia en la carrera. Esta recomendación es para runners más avanzados y que quieren mejorar sus tiempos.

Si llevas poco tiempo, tanto los entrenamientos más fuertes como la competición podrás afrontarlos con tus zapatillas habituales. De hecho, no te recomiendo empezar con zapatillas con placa de carbono hasta tener una buena técnica de carrera y uno o dos años de experiencia en este deporte.

Por lo tanto, si tienes un nivel medio o medio-alto es recomendable tener como mínimo un par de zapatillas diferentes para cambiar en función del entrenamiento o de la competición.

En cambio, si tienes un nivel bajo o si tu prioridad es la salud, simplemente debes optar por zapatillas que te aporten estabilidad y amortiguación. No conseguirás arañar demasiados segundos al crono, pero sí cuidarás tu salud y podrás disfrutar de este deporte durante muchos años.

Por cierto, antes de adentrarte en esfuerzos prolongados o intensos es recomendable realizar una prueba de esfuerzo. Estas pruebas te van a permitir conocer tus límites y umbrales de entrenamiento y, lo que es más importante, te van a decir si tu corazón es apto y no sufres ninguna anomalía o patología cardiovascular.

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