CONSULTA DERMATOLÓGICA
¿Cómo afecta el sudor a la piel?
La dermatóloga Ivana Corona responde a todas las grandes preguntas sobre la sudoración: granitos, irritaciones, mal olor…
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Seguro que has sacado tus propias teorías alrededor del sudor. Por ejemplo, es frecuente pensar que lo expulsamos directamente con un olor característico o que, después de sudar, lo volvemos a reabsorber si no nos duchamos rápido. Por otro lado, lo hacemos responsable de algunas afecciones en la piel, pero, ¿sabías que también tiene importantes beneficios?
El caso es que la sudoración es una condición inherente y habitual a toda persona, pero que desconocemos profundamente. Para esclarecer todas las dudas que puedas tener sobre la afectación del sudor en nuestra piel, en NovaMás hemos hablado con la dermatóloga Ivana Corona, propietaria de una consulta online y presencial, y divulgadora de contenido sobre dermatología a través de su cuenta de Instagram, @dermatologaintegrativa.
¿Por qué sudamos?
Empecemos por el principio. Seguro que te sorprenderá saber que la sudoraciónes un mecanismo esencial para la supervivencia de cualquier ser humano. "Nos permite regular la temperatura corporal y que ésta se mantenga estable a pesar de que hagamos ejercicio, estemos cerca de un horno caliente o una habitación con aire acondicionado", apunta Corona.
Es decir, al final, sudar cuando hacemos ejercicio nos permite estar más refrescados, compensado así, el elevado calor del organismo por la exigencia de la actividad física. "Sin el sudor no podríamos vivir porque nuestro cuerpo generaría un calentamiento excesivo que afectaría gravemente todas nuestras funciones vitales. Por tanto, no solamente es normal, sino que también es saludable", explica la dermatóloga. Por otro lado, añade que "también nos permite excretar algunas sustancias tóxicas a través de la piel".
¿Por qué olemos mal cuando sudamos?
"El sudor está constituido por agua (99%) y un pequeño porcentaje de minerales y desechos", afirma la experta. Por lo tanto, teniendo en cuenta que la sudoración es, en esencia, agua es totalmente inodora. "Normalmente no huele, salvo con la ingesta de algunos alimentos, como el ajo, curry, espárragos o medicamentos".
Entonces, ¿de dónde proviene su intenso olor? Pues bien, lo que otorga el mal olor al sudor, también llamado Bromhidrosis, son, según la dermatóloga, "los productos generados por las bacterias que se encuentran en la piel. Por lo tanto, en caso de Bromhidrosis, lo que debemos tratar es el desbalance bacteriano de la dermobiota".
Dicho de otra manera, las bacterias presentes en nuestra piel se alimentan del sudor, lo metabolizan y producen derivados que tienen un olor característico. Así que, lo que causa el mal olor son las excreciones de las bacterias.
Afectaciones sobre la piel
¿El sudor nos ensucia la piel?
El líquido no solamente es inoloro, sino que también es incoloro. De este modo, según explica Ivana Corona, cualquier alteración del color del sudor es consecuencia de un desequilibrio en nuestro organismo o de otros factores externos:
"Habitualmente, las axilas manchadas son consecuencia de trastornos hormonales, metabólicos o del uso de productos químicos agresivos contenidos en algunos desodorantes".
¿Reabsorbemos el sudor?
Es un clásico pensar que, si no nos duchamos inmediatamente después de sudar, volvemos a reabsorber el líquido. Pero nada más allá de eso, "si nos duchamos simplemente estamos retirando el sudor de la superficie, pero el proceso de sudoración no se interrumpe ni las toxinas vuelven a entrar".
Por otro lado, la dermatóloga recuerda que "el porcentaje de toxinas que se elimina por piel es muy pequeño comparado con el de otros órganos emuntorios, como los riñones o el hígado".
Reacciones cutáneas
Una de las afectaciones dermatológicas que el sudor puede provocar es la aparición de irritaciones y granitos. Esto sucede porque, "cuando las glándulas sudoríparas se obstruyen y el sudor queda retenido se produce una erupción conocida como sudamina o miliaria", explica Corona.
Estas reacciones podemos prevenirlas "evitando el exceso de calor y el contacto prolongado con la misma superficie. Para ello recomiendo usar ropas ligeras de algodón y de colores claros, ventilar los ambientes, no abrigar de más ni hacer uso excesivo de calefactores".
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