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DESABASTECIMIENTO

Alternativas al aceite de girasol y a las harinas de trigo y maíz

El conflicto en Ucrania ha provocado escasez de estos productos en los supermercados.

Algunos supermercados se están quedando sin aceite de girasol.

Algunos supermercados se están quedando sin aceite de girasol.NovaMás

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Si hace dos años nos alterábamos por la falta de papel de váter en los supermercados, debido al inminente confinamiento por la pandemia de Coronavirus, ahora lo que escasea es el aceite de girasol, aunque esta vez por un conflicto bélico.

Tal y como indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los problemas de exportación de productos agrícolas provenientes de Ucrania "aún no se han hecho notar". Pero ante el miedo de un posible desabastecimiento, hay usuarios que han comenzado a comprar productos de forma masiva, sobre todo el aceite de girasol, dejando los estantes vacíos.

Tanto es así, que muchos supermercados han comenzado a racionar este básico de nuestra despensa, para asegurarse de que nadie acapara botellas de más. Esta es, según la OCU, una estrategia errónea, ya que puede tener "un efecto contraproducente" y generar una situación de alarma que no es real.

Es más, según esta organización, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania en el aceite no se deberían notar hasta el próximo año, pues actualmente se está vendiendo el producto hecho con la cosecha de girasol del verano pasado.

Otros productos que España importa del país que está siendo atacado por Rusia son el trigo y el maíz, por lo que también se tiene cierto temor a que en algún momento dado nos falte harina. Además, existe la posibilidad de que aumente el precio de la carne, ya que estos cereales se usan, sobre todo, para el consumo animal.

Pero la realidad es que si llegaran a faltar estos productos, podríamos "sobrevivir" con sus muchas alternativas. Te contamos cuáles son.

Alternativas al aceite de girasol

Antes de alarmarnos, debemos pensar con claridad. ¿Realmente es imprescindible el aceite de girasol? La respuesta es no. Nuestro país es el principal productor de aceite de oliva a nivel mundial, un substituto de lo más saludable al aceite proveniente del prensado de las semillas de girasol.

Otros productos alternativos que podemos encontrar a buen precio en el mercado son el aceite de soja, el de coco o el cacahuete. El de aguacate, cada vez más popular, también es una buena opción, aunque no es precisamente barato.

Aceites
Aceites | Gtres

También existe el aceite de colza, muy usado en el norte de Europa. Aunque en España tiene mala fama por culpa del conocido caso de intoxicación alimentaria que ocurrió en los años 80.

No hay que olvidar que si no se necesita freír y solo usamos el aceite para engrasar la sartén, podemos sustituirlo por mantequilla, ingrediente que dará un toque muy sabroso a nuestras preparaciones.

Alternativas a las harinas de trigo y maíz

Los celíacos son unos expertos en este apartado, ya que ellos son quienes nunca pueden consumir los productos elaborados con harina de trigo. Por suerte, existen infinidad de opciones para sustituir este tipo de harina o, en el caso de que falte, la de maíz.

La harina de arroz tiene un sabor neutro y es ideal tanto para empanar como para aportar consistencia a salsas.

Por otro lado, encontramos la harina de quinoa, rica en proteínas, hierro y cinc. Además, es muy digestiva. Su gran defecto es el sabor, ya que dominará mucho en las preparaciones.

Harinas
Harinas | iStock

La harina de castaña es una opción poco conocida y, además, cara. Pero se puede mezclar con la harina de arroz para elaboraciones de repostería.

Aunque para recetas que requieran horneado, una buena opción es la harina de teff, con un contenido nutricional parecido al de la quinoa. También es un buen espesante. Su sabor es bastante agradable.

Otra opción saludable (aunque no apta para algunos celíacos) es la harina de avena. Se aconseja para reducir el colesterol y disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares

Por último, también debemos tener en cuenta la harina de amaranto, que proviene de unas semillas que fueron un básico en la alimentación de civilizaciones como la azteca, la maya o la inca. Es una buena fuente de antioxidantes y rica en hierro, potasio, fósforo y vitaminas A y C. Está indicada para espesar salsas y para rebozados.

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Receta: Tortitas de Nutella sin apenas azúcar y sin harina de trigo.

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