TRES GENERACIONES
El look con historia de Amalia de Holanda: un vestido de 1981 que ya llevó su madre, la reina Máxima, y su abuela
Amalia de Holanda ha vuelto a demostrar su elegancia con un look lleno de historia. La princesa rescató un vestido de 1981 que ya llevaron su madre, la reina Máxima, y su abuela, la reina Beatriz, durante un acto oficial en Ámsterdam.

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Este lunes, la familia real de los Países Bajos acudió al gran concierto por el 750 aniversario de la ciudad de Ámsterdam, celebrado en la céntrica Museumplein —la conocida "plaza de los museos"—. Aunque todos atrajeron miradas, Amalia de Holanda se convirtió en la gran protagonista de la noche gracias a un look con historia.

La heredera al trono eligió un vestido verde bordado con abalorios, de manga larga y falda rematada con plumas de marabú, que muchos seguidores de la realeza reconocieron enseguida. Su madre, Máxima de Holanda, lo había lucido once años antes, el 5 de mayo de 2014, en el Freedom Concert del teatro Carré de Ámsterdam.

Un diseño con una larga historia
Pero la historia del vestido no empezó con Máxima. Décadas antes, la reina Beatriz de los Países Bajos ya había llevado esta misma pieza durante su visita de Estado a Bélgica en 1981, convirtiéndolo así en una auténtica joya heredada de tres generaciones.
Ahora, Amalia lo ha actualizado con su propio toque moderno y juvenil. La princesa combinó el vestido de su abuela con un bolso tipo clutch de satén de Gianvito Rossi y unos salones Deneuve de Aquazzura, además de un abrigo negro largo de lana con cinturón, de Max Mara, y unos pendientes también procedentes del joyero de su madre.
Para el cabello, apostó por un recogido trenzado, un peinado formal con un aire fresco y actual que completó un estilismo impecable para una noche que celebra los siete siglos y medio de historia de la capital de los Países Bajos.

Máxima de Holanda, puro glamour
Junto a su hija, Máxima de Holanda volvió a demostrar su maestría para los looks de gala. La reina eligió un mono largo color burdeos, de manga larga y escote en pico, que combinó con zapatos aterciopelados a juego y una capa en un tono más intenso.
Para protegerse del frío, añadió guantes de piel y un clutch rígido con asa dorada, que aportaba un punto sofisticado. El toque final vino de la mano de un collar maxi con forma de plumas rígidas y pendientes a conjunto, que acapararon todas las miradas.

Una noche para el recuerdo
La velada estuvo llena de momentos emotivos. Los reyes y la princesa se mostraron cercanos y divertidos, cantando y moviéndose al ritmo de los artistas invitados. El broche final llegó cuando Guillermo de los Países Bajos, acompañado de Máxima y Amalia, accionó un pulsador simbólico para encender la luz de Ámsterdam y dar paso a un espectáculo de fuegos artificiales.
Sus hijas pequeñas no pudieron acompañarlos: Alexia, que estudia Ingeniería Civil en la University College de Londres (UCL), y Ariane, que disfruta de un año sabático tras finalizar el Bachillerato Internacional en el United World College Adriatic.
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