¿ESTILIZAN?

¿Funcionan los bañadores moldeadores?

Analizamos si los bañadores reductores que se han puesto tan de moda cumplen las expectativas.

Dos chicas en bañador.

Dos chicas en bañador.iStock

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Ya está aquí una de las temporadas más queridas y a la vez más odiadas para muchos: el verano.

El momento de volver a verse en bikini o bañador puede ser algo complicado para algunas personas. Aunque todos deberíamos saber que cualquier cuerpo es perfecto para estar en la playa y no debería preocuparnos lo más mínimo nuestro físico, por desgracia, para mucha gente sigue siendo un mal trago. De ahí la necesidad de querer encontrar una solución fácil y cómoda para salir del paso.

Qué son los bañadores moldeadores

La mayoría de tiendas están apostando por los bañadores moldeadores, un estilo de prenda capaz de redimensionar la figura a través de trucos ópticos que cortan y aprietan en las zonas justas para incentivar las curvas.

A través de tejidos especiales, estos bañadores aseguran conseguir estilizar el abdomen, reducir tripa y colocar el pecho. Todo esto suena como magia en forma de prenda, pero, ¿cumplen lo que prometen?

Es innegable decir que hay ciertos tejidos, como son la tela de las fajas, que consiguen mediante su diseño adaptar el cuerpo hasta conseguir llevarlo a su mejor versión, y, por tanto, es perfectamente posible que estos bañadores también lo consigan.

Cómo funcionan los bañadores moldeadores

La clave de que esta prenda sea tan favorecedora se encuentra en su tejido y patrón: telas compuestas por mitad poliamida y mitad elastano, que juntas consiguen fundirse con la piel.

Este tipo de bañadores se asemejan mucho a los modelos que vemos en muchas tiendas llamados shapewear, que consiguen moldear el cuerpo, y se utilizan sobre todo en lencería o ropa de deporte.

Por lo tanto: sí, podemos afirmar que cumplen la función que prometen. Pero por supuesto, no hay que pensar que hacen magia, pueden ser de gran ayuda, pero no te trasformarán el cuerpo.

Esta pieza puede convertirse en ese empujón que a veces necesitamos para sentirnos más cómodas en la playa. Es curioso cómo algo tan sencillo nos puede resultar tan complicado a causa de los prejuicios sociales, que a veces nos hace sentirnos fuera de lugar o incómodas en nuestro propio cuerpo.

Pero, sin duda, lo más importante es que recuerdes que todo cuerpo es perfecto para la playa... ¡así que sal y disfruta del buen tiempo!

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