Muere la entrañable Tata de Miguel Ángel Muñoz: Su emotiva carta de despedida

Miguel Ángel Muñoz ha dado la noticia del fallecimiento de su tía bisabuela, Luisa Cantero, más conocida como la Tata. La mujer moría el pasado 20 de julio a los 98 años en su casa, tal y como ha informado el actor a través de sus redes sociales.

La Tata ha sido quizás la persona más importante en la vida del intérprete, ya que fue quien estuvo a su lado durante su infancia y adolescencia. Además, fue la protagonista de su debut como director con el documental, '100 días con la Tata', después que Miguel Ángel conviviera con ella 100 días durante el confinamiento.

Luisa estuvo rodeada de sus seres queridos en sus últimas horas. El actor estuvo a su lado hasta el último suspiro, acompañándola en todo momento, como desvela en una sentida carta de despedida que ha publicado en sus redes. No ha dudado en agradecerle ser la protagonista de su primera producción y haberle permitido mostrar, con tanta delicadeza, una realidad que hasta ahora no se había visibilizado: el temor a perder a un ser muy querido.

"Te doy las gracias por cuidarme tanto y tan bien. Por trasmitirme unos valores tan importantes y sobre todo por enseñarme a amar de de una manera tan profunda como lo hemos hecho ambos durante todos estos años", escribía.

Reconocía haber necesitado la ayuda de un equipo profesional para sentirse preparado para decir adiós a su Tata, con quien compartió 40 años de su vida. Confesaba haber vivido los últimos 15 días de su vida con menos miedo del que se pensaba y agradecía haber hecho prácticas en la unidad de cuidados paliativos para poder ayudarla en todo momento.

Hablaba también de cómo fue su despedida: discreta, sencilla y con la presencia de muy poquitos: "Ha sido tan bonito haberte podido acompañar hasta el último suspiro... Me siento tan afortunado y agradecido de haberte podido cuidar hasta el final en tu casita, en tu camita rodeada de todos tus santos".

El actor quiso respetar su deseo y, a pesar de tener muchos seres queridos que habrían querido estar presentes en sus últimas horas de vida, llevó a cabo su deseo. También quiso dejar claro que, "con todo el respeto" hacia sus padres, Luisa fue "el mejor regalo" y el amor de su vida: "No sé si algún día llegaré a entender el vínculo tan especial que hemos tenido convirtiéndose en la historia de amor más especial que habré vivido nunca".

"Siento si he sido un algo egoísta no pudiendo soltarte antes y te agradezco tu esfuerzo incansable para no despedirte hasta que no estuviera preparado como este último tiempo", confesó.

Por su parte, en las redes sociales de Luisa, también se ha publicado un mensaje póstumo en el que aseguraba que "se iba al cielo agradecida, feliz y llena de amor": "Lo necesitaba y Miguelito ha sido valiente para acompañarme hasta el último momento dándome la manita como yo hice con mi mamá".

Por último, pidió a sus seres queridos y seguidores que no estuvieran tristes y que no le tuvieran miedo a la muerte.

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