Lucía Rivera muestra las secuelas de la ansiedad que sufre: "Ahora me ha dado por armarme estas burradas en el cuerpo"

Si hay un personaje público que siempre que tiene ocasión ejerce de altavoz de la salud mental, esa es Lucía Rivera. Ya en 2022, la hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera contó públicamente que sufría ansiedad y, desde entonces, no ha ocultado los síntomas y las secuelas que padece. Además, aprovechando los miles de seguidores que tiene en la red, reivindica la necesidad de poner el foco en la salud mental y en todos los problemas que esta acarrea y de los que tan poco se habla.

Y precisamente ha sido a raíz de esto cuando la joven ha sorprendido en Instagram con una imagen de los arañazos que tiene en la espalda a raíz de la ansiedad: "Hoy le decía a un amigo que cuando pienso que controlo mi ansiedad siempre sale por otro lado. Ahora me ha dado por rascarme por las noches (sin enterarme) y armarme estas burradas en el cuerpo".

La ansiedad es tan amplia que a cada persona se le manifiesta de una forma, incluso a una misma persona se le puede manifestar de formas que nunca antes había experimentado. Y este está siendo el caso de Lucía, que ha descubierto que ahora sus brotes tienen estas secuelas: "En las fotos no se valora ni la mitad. Es cansado y desespera a veces. Os mando un abrazo a los que vivís con esto como yo".

Gracias a visibilizar la ansiedad, Lucía ha ayudado a muchas personas que la padecen y que pensaban que sus síntomas o secuelas tan solo les pasaba a ellos. Más allá de sus redes sociales, la hija de Blanca Romero también quiso plasmar su vida en el libro Nada Es Lo Que Parece, donde trató tanto temas familiares como el maltrato en la pareja.

Una experiencia que amplió el pasado mes de noviembre cuando, con el objetivo de formar parte de la lucha contra los TCA, escribió una carta para las páginas de Cosmopolitan contando que tenía un trastorno dismórfico corporal y anorexia debido a sus problemas de salud.

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