CAFÉ URBANOS DE TORRELAVEGA
Un incendio reduce a cenizas la cafetería familiar de Poty con su madre y sus hermanos dentro
Poty Castillo ha compartido el incendio que ha arrasado con la cafetería que regentaba su familia. A pesar de que su madre y sus hermanos estaban dentro del local en el momento del fuego, no hay que lamentar muertes.
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Apenas un día antes de Nochebuena, época para reunirse con los familiares y recordar los buenos momentos del año, el coreógrafo recibía una noticia inesperada: el Café Urbanos, cafetería familiar, se ha incendiado en el día de hoy. Dejando de lado las pérdidas que el incidente acarrea, lo peor era la segunda parte de la noticia: todo ello ocurría con su madre y sus hermanos dentro del local.
Por suerte, sus familiares han podido salir de la cafeteríasin sufrir daños, aunque el local no ha tenido la misma suerte y han sido testigos de cómo el techo se venía abajo. El propio Poty Castillo compartía la noticia con sus seguidores a través de un post de Instagram en el que se puede ver un vídeo del interior de la cafetería totalmente destrozado.
Recordando que hace apenas unos meses se celebraba el 60 aniversario del Café Urbanos, en Torrelavega, un negocio que pusieron en pie sus padres con esfuerzo y mucho trabajo, comentaba lo difícil que ha sido para la familia ver cómo las llamas inundaban el local.
No ha querido perder la ocasión para agradecer las grandes muestras de cariño que ya están recibiendo. Un apoyo que es muy necesario en estos momentos para poder sobrellevar mejor la situación. Ha querido adelantar que este incidente no marca el final del negocio, sino que tienen pensado hacer las reformas necesarias para volver a salir a flote y continuar con el Café Urbanos.
"¡Hoy es un día muy triste! Toda la familia estamos en estado de shock, devastados. En agosto celebramos el 60 Aniversario de el negocio familiar, Café Urbanos en Torrelavega, un establecimiento de hostelería mítico y referente en Cantabria. Negocio que iniciaron mis padres hace tantos años, con la ilusión de iniciar una vida juntos y crear una familia. Y así ha sido, hasta el día de hoy, que un incendio ha terminado con tantos años de trabajo, sacrificio, ilusión y parada obligatoria de tantos y tantos amigos-clientes que nos han acompañado toda una vida. Gracias a Dios no hay que lamentar desgracias personales. Mi madre y mis hermanos que se encontraban en ese momento en el establecimiento con muchos amigos del Urbanos salieron rápidamente y eso evitó males mayores. El techo se vino abajo, mi madre abandonó el bolso y el abrigo, pero como ella dice, un ángel de los Bomberos de Torrelavega lo recuperó. Desbordados por tantísimas muestras de cariño y apoyo. ¡Infinitamente agradecidos! ¡Millones de gracias a todos! ¡Volveremos!".
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