EXPERIENCIAS DIFÍCILES

Carolina Molas habla por primera vez de los dos trágicos episodios que marcaron su vida

Carolina Molas ha roto el hermetismo que ha protagonizado en todo momento su vida. Lo ha hecho para la revista Forbes Women, desvelando algunas experiencias desconocidas hasta la fecha, como las amenazas de ETA o el fallecimiento de uno de sus hijos.

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La vida de Carolina Molas se convirtió en pública cuando su hijo, Íñigo Onieva, empezó una historia de amor con Tamara Falcó. Ahora que la pareja ha pasado por el altar, la suegra de la marquesa de Griñón ha querido conceder la que ha sido su primera entrevista.

En ella, no solo ha hablado de su faceta de empresaria, sino también de los dos trágicos episodios que han marcado su vida de los que, hasta la fecha, no se tenía constancia. Lo ha hecho para las páginas de Forbes Women, donde ha recordado cómo tuvo que huir de las amenazas de ETA y lo que supuso la pérdida de uno de sus hijos.

Huyendo de ETA

En el año 83, Carolina Molas y su familia tuvieron que abandonar su Bilbao natal para instalarse en Madrid. Tal y como ella misma ha revelado, huyeron una madrugada y nunca más volvieron a su casa: "Somos exiliados de ETA".

Íñigo Onieva, con su madre Carolina Molas y su hermana Alejandra
Íñigo Onieva, con su madre Carolina Molas y su hermana Alejandra | Gtres

Este acontecimiento fue tan traumático para la madre de Íñigo Onieva que, hoy en día, recuerda muy pocos detalles. Lo que sí afirma con certeza es que fueron muchos años de amenazas que les obligaron a comenzar una nueva vida lejos de su hogar de un día para otro.

Una vez instalados en la capital, empezaron alojándose en hoteles y más tarde en casas, aunque tenían que cambiarlas cada cierto tiempo para no ser descubiertos. "Tardamos años en vivir tranquilos", ha confesado para el digital.

La pérdida más dolorosa

Más sincera que nunca, Carolina ha revelado otra de las experiencias más duras a las que ha tenido que hacer frente: la pérdida de un hijo.

Íñigo Onieva, junto a su madre Carolina Molas y su hermana Alejandra
Íñigo Onieva, junto a su madre Carolina Molas y su hermana Alejandra | Gtres

Una tragedia que había mantenido en la más estricta intimidad hasta hoy. Tal y como ha narrado, con 25 años ya había formado su propia familia con cuatro hijos. Sin embargo, uno de ellos, con tan solo 7 años, falleció de meningitis: "Lo tenemos aceptado, aunque costó".

La madre de Íñigo Onieva ha creado un vínculo muy especial con sus hijos y, gracias a los pocos años que les separan, ha sabido ser muy cercana con cada uno de ellos.

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