DE BLANCO Y SONRIENTE
Así ha sido la llegada de Tamara Falcó a El Rincón poco antes de su boda
Tamara Falcó ya está en el palacio de El Rincón, lista para contraer matrimonio con Íñigo Onieva este 8 de julio. Con una sonrisa, la marquesa de Griñón se ha parado ante la prensa momentos antes de ponerse el vestido de novia y dar el 'sí, quiero'.
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La boda más esperada del año está a punto de celebrarse bajo un estricto hermetismo del que serán testigos 400 invitados. Tamara Falcó e Íñigo Onieva se casarán a última hora de la tarde en la capilla de la finca El Rincón, ubicada en la localidad madrileña de Aldea del Fresno.
Ya está todo listo para que comience el enlace y la posterior fiesta, con cóctel, cena, DJ y incluido.
El goteo de invitados ha comenzado y poco a poco desfilarán una retahíla de vehículos por las inmediaciones del recinto. Sin embargo, el más esperado, como no podía ser de otra manera, es el de la novia y a primera hora de la tarde, la marquesa de Griñón abandonaba la casa de Isabel Preysler rumbo a El Rincón.
Allí, junto a su maquilladora, Raquel Álvarez, Tamara ha atendido brevemente a la prensa con una sonrisa que lleva mucho sin borrarse de su cara. Radiante y de blanco, ha bajado la ventanilla para saludar a los reporteros y confesar cómo se encuentra antes de casarse.
Paralelamente, Íñigo ha estado en compañía de sus amigos y su hermano Jaime preparándose en su casa de Madrid, de la que salió después que Tamara asegurando que tiene "muchas ganas" de ver a la novia, además de confesar estar "tranquilo".
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