5 anécdotas del reinado de Isabel II que dibujan su personalidad

"El puente de Londres ha caído". Con esta frase se hizo oficial la muerte de la reina Isabel II, la tarde del 8 de septiembre de 2022. Con el fallecimiento de la soberana que más tiempo ha estado al frente de monarquía británica -un total de 70 años-, los expertos temen un paulatino derrumbamiento de la corona británica, pues los escándalos que se han sucedido en la familia durante las últimas décadas han ido dañando una imagen que tan solo el carácter extraordinario de su reina mantenía a flote.

Si la monarquía británica es la más admirada y popular de Europa en la actualidad, es gracias a la simpatía que la reina Isabel II despertaba. Su historia ha sido contada en múltiples ficciones, como la galardonada serie 'The Crown', de Netflix. Y es gracias a estas producciones que los detalles más curiosos de la forma de ser de la reina más longeva se han dado a conocer.

A continuación te contamos los detalles del reinado de Isabel que definen bien su fuerte y auténtica personalidad:

No nació para reinar

Durante sus 10 primeros años de vida, Isabel creció sin la presión de que algún día iba a ser la reina del Reino Unido de Gran Bretaña, pues el rey, Eduardo VIII, era el hermano mayor de su padre, lo que la colocaba tercera en la línea de sucesión mientras su tío no tuviera descendencia.

Pero en 1936, Eduardo de Gales abdicó para poder casarse con su gran amor, una mujer divorciada estadounidense llamada Wallis Simpson. Fue entonces cuando el padre de Isabel fue coronado como Jorge VI, rey de Inglaterra, y ella pasó a ser la siguiente en la lista de herederos al trono.

En 1952, su padre falleció a la edad de 56 años debido a un cáncer de pulmón. Ella, con 25, le sucedió como reina.

Se ensució las manos en la Segunda Guerra Mundial

Cuando solo era una princesa, Isabel, de 18 años, se formó como conductora y mecánica para ayudar en el Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres durante la Segunda Guerra Mundial. Se la pudo ver conduciendo una ambulancia del ejército. Ella fue la primera mujer de la Familia Real que colaboró a tiempo completo en las Fuerzas Armadas.

Su trabajo durante la guerra la convirtió en una experta conductora, pero nunca llegó a sacarse el carnet. Al ser la soberana del país contaba con inmunidad, por lo que no le hacía falta examinar sus habilidades al volante, ni siquiera llevar una matrícula.

A Su Majestad se la puedo ver al volante hasta en la vejez, con la salud algo deteriorada. Unas imágenes de la reina con capucha al volante de un Range Rover se hicieron virales hace unos años.

Mantuvo su nombre al ser coronada

El rey Jorge VI, padre de Isabel, eligió ese nombre al acceder al trono, pero en realidad se llamaba Alberto. En cambio, Isabel decidió conservar su nombre para el título oficial de reina, para poder rendir homenaje a su madre, la Reina Isabel, quien comenzó a ser conocida como la Reina Madre, para evitar confusiones. Isabel añadió a su nombre el número dos en letras romanas, para distinguirse de la última monarca de la dinastía Tudor, del siglo XVI.

Con este gesto, la reina Isabel II mostró su unión con su madre, quien llegó a ser aún más longeva que su hija, falleciendo a los 101 años.

Un gran sentido del humor

Aparte de sus alegres vestidos de colores, otra imagen que siempre será recordada es la de la reina Isabel II sonriendo. En varias ocasiones se la vio bromear en actos públicos para sacar hierro a asuntos más serios y hasta hay imágenes de Su Majestad contando alguna de sus graciosas ocurrencias a la prensa. Este era parte de su encanto.

En una ocasión, su nieto, el príncipe Harry, destacó que la mejor cualidad de su abuela era un "gran sentido de humor".

Jefa de estado en 16 países

Durante su reinado, lsabel II vio como el mayor imperio del mundo se desmoronaba. Ella fue quien mantuvo unida la Commonwealth, gracias a su popularidad y aceptación entre los miembros. Con su muerte, la mancomunidad de naciones se encuentra en la cuerda floja, ya que algunos de estos países quieren convertirse en repúblicas independientes -como ya hizo Barbados hace un año-.

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