SABOR A VERANO
Trucos para hacer que la sandía sepa más dulce e intensificar su sabor: con sal y limón
La sandía es la fruta estrella del verano, pero cuando llega la hora de elegir la que nos vamos a llevar a casa, no siempre acertamos con la más dulce. Aprende a escoger la más madura sin que parezca que estés jugando a la lotería.
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Para asegurarte una sandía dulce y jugosa, el primer paso es elegir bien. Para ello, busca una mancha amarilla en la cáscara, es la parte que indica el tiempo que la fruta estuvo en contacto con el suelo, lo que ayuda a desarrollar su sabor y cuanto más grande e intenso sea su color, más madura será.
El peso también importa, si pesa más de lo que parece, entonces es que está llena de líquido, y cuanta más agua, más dulzura. Dale el clásico golpecito con la mano y si suena hueca, probablemente esté en su punto, lista para consumir.
Si no sabías estos trucos y ya tienes comprada una sandía que no está completamente madura, lo ideal es que la dejes unos días a temperatura ambiente antes de refrigerarla. Esto permitirá que siga desarrollando su sabor antes de meterla en la nevera.
Y para cuando llegue el momento de disfrutarla, puedes aplicar un truco sencillo pero muy útil para intensificar su sabor: sírvela con una pizca de sal. Este contraste realza la percepción del dulzor, pero si buscas intensificar el sabor y aportar un toque ácido, otra opción es añadir unas gotitas de limón o lima.
No olvides servirla bien fría, así será mucho más dulce y refrescante, la temperatura también influye en la percepción del sabor. Un remedio contra el calor de los de toda la vida. Y para ti, ¿cuál es el imprescindible del verano, el melón o la sandía?
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