¡Y A BAILAR!
¡Sopa de caracol! Y otras canciones 'gastro-friquis'
Si relacionamos música y gastronomía (o comida, mejor dicho) descubrimos que hay muchas canciones que hablan de momentos en la cocina. Las hay más serias y más divertidas, pero existe un buen repertorio.
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Muchas de ellas llegan a ser hits del verano. Son bailongas, pegadizas y pachangueras, y suelen tener su momento de gloria los meses más calurosos. Las escuchamos en bucle en las piscinas de barrio, en las playas y en cualquier lista veraniega que se precie, pero duran lo que duran, los tres meses de rigor. Seguramente cualquier estudiante de solfeo se llevará las manos a la cabeza cuando las escucha, pero hay que reconocer que su ritmo repetitivo se nos graba de tal forma que permanecen vivas durante años en nuestro recuerdo. Algunas de ellas, en cuanto las nombremos, os recordarán grandes momentos… así que ¿preparados para tararear algunas de las canciones gastro-friquis con más solera de la historia?
La sintonía que encabezaba uno de los primeros programas televisivos de cocina hizo estragos y aún hoy ser recuerda. Sin duda el gran Joaquín Sabina era un gran fan de la cocina tradicional. Se notaba cuando le cantaba a Gloris van Aersen que no quería platos finos, ni pato chino, sino un gazpacho con su ajo y su pepino, unas papas con arroz, un bacalao al pil-pil o unas migas con chocolate. ¡Y eso que la pobre había hecho un cursillo para el Cordon bleu! ¿Cómo sería hoy la letra con tanto ceviche, gyozas y baos?
El parisino Georgie Dann nos ha dejado un gran legado de pachanguerismo gastronómico que aún dura entre los más maduritos. Antes no había verano sin canción de Georgie Dann. Muchas de ellas nos recordaban grandes momentos playeros como 'El Chiringuito'. Atención a la letra: resulta ser que aunque habla de que tiene un chiringuito con sardina, conejo a la francesa, pechuga a la española y almejas a la inglesa, en el chiringuito de Georgie Dann “ni guisan ni cocinan”. Ahí lo dejo.
Siguiendo con el compositor francés, no podemos olvidar su 'Barbacoa'. La salsita, las costillas, carne a la parrilla o el chuletón… No faltaba de nada en las bacanales romanas que montaba este hombre. Los chorizos parrilleros, las salchichas a la brasa y las chuletas de cordero se hacían en la “barbekiú” y se comían acompañadas de vino de garrafa. Imaginad las siestas que se debían pegar.
El nombre del grupo es Chocolate y la canción 'Mayonesa'. Pues bien, aún teniendo estos dos pilares gastronómicos, si nos fijamos en ella se trata solo de una comparación, porque de lo que es comida, habla bien poco. Bueno, habla bien poco de cualquier cosa, porque el mensaje es bien pobre, pero ¿quién no la ha bailado alguna vez?
Volvemos hacía atrás en el tiempo y nos vamos más de 80 años atrás para hablaros de 'Échale guindas al pavo', porque fue en 1936 cuando Ramón Perelló y Ródenas, Juan Mostazo y Sixto Cantabrana compusieron esta canción, aunque fue en 1970 cuando Rosa Morena logró el gran pelotazo de esta aventura de dos gitanos que robaron un pavo huyendo de la Guardia Cívil, aunque acabaron todos juntos comiéndolo después de echarle guindas al pavo y azúcar, canela y clavo a la pava. Atención al videoclip.
La oda al bacalao de Julio Iglesias no podía faltar. Primero nos pone en antecedentes y nos cuenta que “es un pez que vive en aguas profundas, que si lo quieres pescar necesitas una vara bien dura…”. Pero respecto al bacalao, hay que decir que le doy toda la razón: a mí el bacalao me gusta casi de todas formas, aunque él tiene especial predilección por el “bacalao con papas” que alguien le prepara y que lo tiene realmente enamorado. Lo peor es que no nos desvela la receta.
Aunque la temperatura no invita a ello, la “sopa de caracol” sonó durante julio y agosto de 1991 con mucha fuerza, colocándose en el número 1 de muchas listas de éxitos. Dudo que el grupo Banda Blanca de Honduras pensara en algún momento llegar tan lejos con una canción en la que se mezcla la lengua garífuna con el español. Aunque nadie tenía muy claro que es lo que decían en su letra ni en que idioma era, quién más y quién menos se la hizo suya (Watanegui consup, lupipati, lupipati…)
El bacalao vuelve a aparecer en 'Sarandonga', pero esta vez con arroz. Porque es domingo y porque un arroz de ese tipo no puede despreciarse. Y es que Lolita no tiene pinta de tener mal paladar, las cosas como son, aunque, como ella nos canta en esta canción, parece que as judías le sientan mal. Me da la sensación de que el arroz de sarandonga no es más que una buena excusa para reunirse y pasárselo fenomenal en compañía de esta gran mujer un domingo…
Los chicos de Danza invisible cantaban 'Sabor de amor' de forma que el enamoramiento se convertía en un banquete donde los platos salían todos perfectos. El relato empieza con la boca de piñón y continúa con palomitas de maíz, corazón de melón, negro mejillón, labios de fresa, pulpa de la fruta de la pasión. En fin, entrantes, primero, segundo y postre asegurados.
La que cierra la lista nos va a servir para tomar un chupito, que es lo que suele pasar después de una comida copiosa. Por eso, aunque no hable de comida, hay que mencionar la gran 'Saca el güisqui, cheli', porque el personal tiene ganas de hacer un buen guateque. Y, por supuesto, la banda sonora de esta gran fiesta saldrá de un casete. El nombre del grupo lo dice todo: Desmadre 75.
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