MONAS DE PASCUA, BUÑUELOS, ROSCOS, PESTIÑOS...
No sólo de torrijas vive la Semana Santa: los otros dulces reivindican su espacio
Llega la Semana Santa y las torrijas acaparan el universo dulce, a menudo arrinconando a otros dulces típicos de estas fiestas que estan también la mar de buenos y que pugnan por convivir con la torrija entre los postres típicos. De la leche frita a los buñuelos, estos son algunos de ellos.
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MONAS DE PASCUA
Muy popular en Cataluña, Baleares, Murcia, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana, la mona de Pascua es un pastelito que se elabora del mismo modo que el panquemado y se cubre con unos huevos de chocolate. Pese a que es un dulce muy típico de la Semana Santa, podemos encontrarlo en numerosas pastelerías durante todo el año. En Cataluña y Baleares la tradición de la mona ha ido evolucionando, y hoy en día toma forma de rocambolescas esculturas de chocolate, en ocasiones gigantescas. De hecho, el clásico pastel adornado con plumas y pollitos ha ido desapareciendo progresivamente y, hoy en día, lo más habitual es encontrar esculturales monas con la forma de personajes famosos. La tradición establece que la regalen los padrinos el lunes de Pascua.
BUÑUELOS
Son un clásico de la Cuaresma y la Semana Santa. Se elaboran con agua, leche, harina, azúcar, sal, limón, mantequilla, anís, huevos y aceite para freír, lo que los convierte en una bomba de relojería en toda regla. Son habituales de toda España, aunque encontramos particularidades regionales, y constituyen, especialmente durante la Cuaresma, el típico dulce que se consume en los postres, generalmente con el café. Aparte de los ingredientes mencionados, se les da un toque final de azúcar.
PESTIÑOS
Son típicos de Navidad y Semana Santa, especialmente en Andalucía, y son una masa de harina frita con aceite y pasada por miel, con una forma muy característica. Los pestiños no necesitan más ingredientes que estos, aunque hay quien les añade anís o vino blanco, y destacan por su característico sabor a miel.
LECHE FRITA
Es una receta típica durante todo el año, y aunque varias regiones reivindican su autoría, no está claro exactamente dónde está su origen. Es un dulce elaborado con harina, leche y azúcar, y, como el resto de dulces de Semana Santa, frito posteriormente en abundante aceite y con un toque final de azúcar y canela. Es, por tanto, un producto untuoso y altamente calórico que se elabora en millones de hogares, especialmente en el norte de España.
ROSCOS
¿Quién no ama desayunar unos deliciosos roscos caseros, consistentes y sabrosos, durante los días que dura la Semana Santa? Son, junto a torrijas y buñuelos, probablemente los dulces más populares de estas fechas, típicos de la cocina andaluza. Se elaboran con azúcar, huevos, harina, canela, levadura y, en ocasiones, una pizca de ralladura de naranja, aunque hay quien introduce otras especias para darles un toque de sabor. También se fríen en abundante aceite y su consumo se extiende durante toda la Cuaresma hasta el fin de la Semana Santa.
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