Las salsas, ordenadas de menos a más calorías

Hoy vamos a repasar la alegría de nuestros platos. La chispa. Esos 'dressings' maravillosos que cubren nuestras recetas favoritas y que añadimos a voluntad... Sí, las salsas. Ojo, que no todas engordan lo mismo, las ordenamos de menos a más para que lo tengáis claro.

Salsa de tomate. Rica, rica, e hipocalórica. Por mucho que pensemos que cada vez que la añadimos a nuestra pasta estamos echándonos kilos encima, no hay nada más lejos de la realidad. Se trata de una salsita que no supone más de 30 calorías por cada 100 gramos. Por tanto, hay que defender una salsa que, en ocasiones, ha sufrido una mala fama inmerecida.

Salsa de soja. Vaya, vaya... La salsa de muchos de nuestros platos asiáticos favoritos (incluido el sushi) no nos aporta demasiadas calorías. En cada 100 gramos de salsa apenas nos encontramos con 53 calorías. Eso sí, conviene vigilar el contenido en sal, porque hay veces que es una salsa demasiado 'alegre' y si queremos reducir el sodio en nuestra dieta no es apropiada.

Mostaza. No nos imaginamos un perrito caliente sin un buen chorretón de esta salsa hecha a base de semillas, con un toque de vinagre y un pellizco de azúcar. Aunque su textura suele ser densa, la mostaza es de las salsas que menos calorías aporta. En 100 gramos de este maravilloso aliado del sabor tan solo nos topamos con 66 calorías, lo que la deja como la tercera más ligera.

Ketchup. Para no pocos padres preocupadísimos por la alimentación de sus hijos es poco menos que el Anticristo. Se cree que es una salsa hipercalórica, pero esto no responde a la verdad. Probablemente porque no lleva aceite en su composición, no supera las 112 calorías por cada 100 gramos. ¿No está mal, verdad? Al final, va a ser que lo que engorda son las patatas y no la salsa.

Agridulce. De color rosado y sabor inconfundible, nos la encontramos en los restaurantes chinos, lista para darle un toque especial a nuestro rollitos de primavera o a nuestro arroz 3 delicias. Muchas veces renunciamos a ella -y no abusar está bien- pero la estamos sobrevalorando: no supera las 150 calorías por cada 100 gramos, por lo que es de las que menos engorda.

Guacamole. Aunque no es tanto una salsa como un plato, la hemos incluido en esta relación porque son muchos los que untan esta deliciosa pasta de color verde en todo tipo de platos o incluso en rebanadas de pan. Al estar compuesta básicamente por aguacate no resulta demasiado calórica: se sitúa en unas 157 calorías por cada 100 gramos, así que ni tan mal...

Salsa César. Comenzamos a subir de nivel en cuanto a calorías. Lo que ocurre con esta densa salsa de color amarillento y que suele emplearse para teñir hojas de lechuga acompañadas de crostones de pan y pollo es que incorpora queso, lo que dispara el nivel calórico. Estamos hablando de 330 por cada 100 gramos, lo que hace de ella la tercera más potente...

Vinagreta. Es entrar el aceite en juego y subir como la espuma el nivel de calorías. Pasa con este aliño, básicamente una mezcla de aceite y vinagre. Entonces, ¿no es bueno el aceite de oliva para la salud? Veamos, se trata de grasas 'buenas' que no disparan el colesterol, pero de las que conviene no abusar para no ganar demasiado peso. Hablamos de 450 calorías por 100 gramos.

Mayonesa. Uh-oh. Aquí llegan nuestros problemas: estamos hablando de una salsa hecha a base de huevo, aceite, vinagre y sal. Así de fácil y, sin embargo, así de potente. En cada 100 gramos de mayonesa hay unas 680 calorías. Ojo, que cuando nos metemos ensaladilla rusa sin control, en realidad, estamos comiendo más mayonesa de la cuenta.