¿Quién quiere carne si hay hamburguesa vegana?

Algo tienen estas hamburguesas para que incluso los más carnívoros caigan rendidos a sus pies. Son las hamburguesas veganas de A Flama Tabierna, un bar en el centro histórico de Zaragoza en el que los platos y tapas vegetarianas son marca de la casa. Se pueden degustar por convicción o bien, simplemente, para disfrutar de un bocado diferente por apenas 4 €, cerveza incluida. No tienen misterio: son tan sencillas de hacer que cualquiera puede cocinarlas en casa. De la mano de Silvia, Jesús y Roberto, responsables de la barra y la cocina de A Flama, descubrimos cómo elaborar, en menos de 20 minutos, la masa que hará que comer cereales y hortalizas sea más divertido que nunca.

1- Lo primero, los ingredientes. En A Flama cocinan su especialidad a docenas, algo aplicable en casa, ya que el resultado final se puede congelar para próximas ocasiones, e incluso es recomendable, ya que facilita su posterior manejo. Así, para doce unidades se necesitan: un pimiento verde, dos pimientos rojos, dos o tres cebollas, un par de paquetes de copos de avena, sal,especias y aceite. Y nada más.

2- A por el sofrito. Una vez picadas muy finas las hortalizas -una picadora puede ser de gran utilidad para lograr trozos diminutos y homogéneos-, se fríen en aceite de oliva, con sal al gusto, hasta que queden bien pochadas. Es importante tener un poco de paciencia para que estén en su justo punto.

3- El ingrediente secreto. El elemento fundamental de estas hamburguesas es la avena. ¿Dónde conseguir este cereal? No hay que volverse locos. Los humildes copos de avena que venden en el supermercado de la esquina son más que suficientes. En un bol se vierte paquete y medio de avena, y se le añade un buen puñado de especias, que son las que van a dar el sabor característico a la mezcla. Aquí la cosa va a gustos, pero Jesús espolvorea con pimienta negra, ajo, comino y albahaca, y lo remueve todo bien.

4- ¡A ensuciarse las manos! Las verduras ya están doradas, la avena ya está condimentada... Es hora de volcar el sofrito en el bol donde tenemos la avena. Removemos un poco con una espátula y añadimos un chorrito de agua o bebida de soja (¡sin pasarse!) hasta lograr una textura amasable. Dejamos enfriar cinco minutos y llega el momento de arremangarse y amasar con las manos la mezcla hasta conseguir una pasta consistente.

5- Dar forma, freír forma. El siguiente paso es tan sencillo y divertido que, si tenemos niños por casa, es un buen momento para iniciarlos en el camino del cocinillas. Tan solo hay que coger un puñado de masa y darle forma con la ayuda de un molde circular, hasta lograr un grosor similar al que tendría una hamburguesa de carne. Repetimos hasta que no quede más materia prima. Llega el turno, bien de freír las hamburguesas para comerlas ya, bien de envolverlas en papel transparente y guardarlas en el congelador para más adelante.

6- Notarás la diferencia, pero no te importará. Una vez pasada por la sartén o la freidora, la hamburguesa adquiere un color dorado la mar de apetecible. En A Flama la sirven en pan de hamburguesa -cómo no- acompañada de lechuga, tomate, cebolla dulce, pepinillo, ketchup y su ingrediente especial, la 'veganesa'. Se trata de un sustituto para la mayonesa, libre de huevo, con un sabor suave y muy agradable. Una vez en plato, nadie se percatará del 'cambiazo' hasta que le hinque el diente... Y entonces le dará igual, porque caerá rendido a los pies de una hamburguesa vegana tan sencilla como sabrosa y saludable.

A Flama Tabierna
Mayor, 53 (Zaragoza)