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¿Qué es el kéfir y por qué es más caro que el yogur?
Son muchas las personas que creen que el kéfir y el yogur son lo mismo, pero debes saber que, aunque aparentemente tengan el mismo aspecto, no tienen el mismo sabor y tampoco la misma textura. A continuación, te explicamos las diferencias que existen entre ambos.
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La cocina está constantemente en continuo desarrollo y cada día se innovan nuevos platos y productos sin que seamos conscientes. Se crean platos de todo tipo y de todas las maneras posibles e incluso a veces pensamos que son productos parecidos, pero realmente son totalmente distintos como es el caso del kéfir y el yogur.
El kéfir es un producto lácteo bastante similar al yogur natural, ya que ambos se realizan a partir de la fermentación de leche cruda y contienen probióticos que aportan muchos beneficios para la salud. De hecho, el kéfir es apto para todo tipo de consumidores e incluso para aquellos que son intolerantes a la lactosa.
Existen algunos puntos clave que los diferencia, como el proceso de elaboración y fermentación, el sabor y los microorganismos que los contienen. Es distinto debido a que las bacterias que intervienen son específicas para cada uno. El yogur se obtiene por fermentación láctica, mientras que el kéfir se produce mediante una fermentación láctica alcohólica. Por lo que contiene más o menos un 1% de alcohol.
Otra de las diferencias es que el kéfir contiene una mayor cantidad de probióticos entre 10 y 40 cerpas frente a las 4 o 6 que componen el yogur. De hecho, tiene menos lactosa que el yogur, por lo que es más fácil de digerir.
El sabor y la textura se diferencian notablemente. El kéfir es más ácido y líquido en comparación con el yogur que suele ser más suave y cremoso, por lo que muchas personas piensan que es una bebida y no un producto para consumir. Además, el kéfir tiene un sabor más intenso y por eso mismo algunas personas prefieren tomar un yogur antes de ingerir el kéfir.
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No es extraño que el precio del kéfir sea más elevado y más caro que el del yogur, sobre todo si se trata de una elaboración realizada artesanalmente. Eso sí, si decides ir al supermercado y comprarlo, ten en cuenta que en ambos casos se recomienda consumirlos al natural, es decir, sin nada de azúcar para mantener una dieta equilibrada y saludable.
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