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Toda la vida pensando que era bueno y ahora...

Esta es la razón por la que tomar zumo de naranja para desayunar no es una buena idea

Revolución en el desayuno: ahora los científicos han dicho que beber zumo por la mañana puede ser malo para la salud.

El zumo de naranja es malo si se toma en ayunas.

El zumo de naranja es malo si se toma en ayunas.Pexels

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Tu madre te lleva engañando desde la más tierna infancia: el zumo de naranja no solo no es la piedra angular de un buen desayuno, sino que, encima, puede ser perjudicial para tu cuerpo. El consumo de zumo de naranja con el estómago vacío "abruma" al sistema digestivo y puede alterar las bacterias intestinales beneficiosas, según sugiere un estudio publicado en Estados Unidos. Lo que nos faltaba, después de tantos años madrugando media hora antes para que nos diera tiempo a exprimir naranjas y bebiéndonos el zumo a la velocidad de la luz para que no se le fueran las vitaminas -otra bola, por cierto-.

Zumo de Naranja
Zumo de Naranja | Archivo

El problema del zumo de naranja es que contiene altos niveles de fructosa de azúcar, que llega rápidamente al intestino delgado después de ingerirlo. Por las mañanas, tras varias horas sin tomar alimento, este órgano no puede procesar grandes cantidades de fructosa, lo que hace que llegue al intestino grueso. Una vez en el intestino grueso, la fructosa entra en contacto con bacterias de las llamadas "buenas" que, sin embargo, no estás diseñadas para procesar azúcar. Los científicos considera que esto puede provocar un efecto negativo en la salud.

Por tanto, el consejo pasa a ser el de siempre: limitar los dulces a cantidades moderadas después de las comidas. Porque, no lo olvidemos, el zumo de naranja es rico en azúcares. Tradicionalmente, se creía que el azúcar se procesaba por el hígado, aunque, en tiempos recientes, se ha comprobado que el 90% se digiere en el intestino delgado. Investigaciones con ratones han demostrado que el intestino delgado procesa mucho mejor la fructosa cuando se consume después de una comida. El autor del estudio del que hablábamos al principio, el profesor Joshua Rabinowitz de la Universidad de Princeton, asegura que "alimentar a los ratones antes de la exposición al azúcar mejoraba la capacidad del intestino delgado para procesar la fructosa y eso protegía el microbioma del intestino grueso de la exposición al azúcar".

Niña bebiendo zumo con una pajita
Niña bebiendo zumo con una pajita | Agencias

Invstigaciones anteriores sobre los casos en los que la fructosa se 'colaba' en el intestino grueso hablaban de que fermentaba al entrar en contacto con las bacterias. Esto llevaba a que se produjera hidrógeno, metano y dióxido de carbono, lo que desembocaba en gases, hinchazón, distensión abdominal y diarrea. Con los nuevos hallazgos, la comunidad científica abre la puerta a otros posibles efectos adversos, aún por determinar. La caída en desgracia del zumo de naranja mañanero va de la mano del descenso en popularidad de las frutas frente a las verduras, por su alto contenido en azúcar. Parece que la vieja y socorrida campaña de 5 frutas y verduras al día, se refería, sobre todo, a las segundas. O dicho de otra manera, mejor desayunar un zumo de espinacas que uno de naranja.

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