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Todo lo que te comes antes de que llegue la hamburguesa o la pizza

Los entrantes de los restaurantes de 'fast food', ordenados de menos a más calorías

Nuggets de pollo, ensaladas, patatas fritas... ¿De cuántas calorías hablamos?

Patatas fritas y nuggets de pollo, complementos que engordan.

Patatas fritas y nuggets de pollo, complementos que engordan.Pxhere

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Vas a un restaurante de comida rápida, pides -como siempre- tu hamburguesa, tu pizza o tu perrito caliente y, de repente, el ansia viva se hace fuerte en ti. Decides echar un vistazo al resto de la carta porque, "oye, igual hay algo interesante" y, finalmente, te sorprendes a ti mismo pidiendo algún complemento, entrante, snack o como quieras llamarlo. Sí, nos referimos a esa parte del menú a la que no siempre prestamos atención. En cualquier caso, son calorías extras que sumas a las que ya lleve tu plato principal, pero, ¿de cuántas estamos hablando? Vamos a verlo.

La ensalada de col y sus calorías.
La ensalada de col y sus calorías. | Wikipedia

Ensalada de col. La clásica del KFC y de algunos otros restaurantes y que se compone, sobre todo, de col, zanahoria rallada y su inconfundible mayonesa con vinagre. Pese a lo que pueda sugerir la salsa, no pasa de 170 calorías por 100 gramos, lo que la convierte en uno de los entrantes más ligeros que podemos pedir. La clave está en el bajísimo nivel de calorías de la zanahoria y la col.

La sabrosísima ensalada César de Yumland.
La sabrosísima ensalada César de Yumland. | Yumland

Ensalada César. Vamos con una de las ensaladas más clásicas del mundillo del 'fast food'. Está claro que la verde tiene muchas menos calorías. Esta, sin embargo, es un poco más tramposilla. Por un lado, solo aporta 180 calorías por cada 100 gramos -salsa incluida-, pero hay que pesar que, si le añadimos pollo rebozado y frito, el aporte energético se duplica hasta las 350 calorías. La cantidad de 100 gramos está pensada si compartimos la ensalada con otra persona.

Patatas fritas
Patatas fritas | Wikipedia

Patatas fritas. Siempre demonizadas, no son ni de lejos el entrante más calórico. Hay que pensar que hay muchas recetas diferentes según el restaurante pero, haciendo una media, nos encontramos con unas 240 calorías por cada 100 gramos, lo que hace que sí, que comer unas patatas fritas sea un pecado, o más bien pecadillo, pero que tampoco sea para tanto.

Pan de Ajo con Queso Súper Crujiente y Delicioso!!
Pan de Ajo con Queso Súper Crujiente y Delicioso!! | flooxer

Pan de ajo. Uno de los entrantes más habituales en restaurantes italianos es el pan de ajo. En principio, hay que pensar que es, básicamente, pan, así que son hidratos de carbono con lo que su contenido en calorías es bastante notable (unas 300 calorías por cada 100 gramos). El problema llega cuando se le une el queso, lo que puede elevar la cantidad hasta las 450.

Los aros de cebolla, un vicio que engorda.
Los aros de cebolla, un vicio que engorda. | Flickr

Aros de cebolla. Vale que la base de este plato es muy baja en calorías (al fin y al cabo, es cebolla), pero el problema viene de la mano de la fritura y el rebozado, lo que hace la cantidad de calorías se eleve por encima de lo aconsejable. Al final, una ración de 100 gramos se planta en las 320 calorías tan ricamente. Y nosotros sin darnos ni cuenta siquiera.

Nuggets
Nuggets | Agencias

Nuggets de pollo. Otro caso similar al anterior y que tiene una cantidad muy similar de calorías. En este caso, volvemos a tener un producto hipocalórico como el pollo y un rebozado por fuera que eleva la factura calórica hasta las 320 por cada 100 gramos, aunque dependiendo del restaurante pueden ser más o menos. Si lo que queremos es algo más ligero, mejor que el pollo vaya a la plancha.

Bocaditos de queso, los más calóricos.
Bocaditos de queso, los más calóricos. | Wikipedia.

Bocaditos de queso. En la fiesta del rebozado, si lo que va dentro es, además, más graso, tenemos el entrante más tremendo. En este caso, nos vamos hasta las 360 calorías por cada 100 gramos, lo que supone una cantidad nada despreciable de calorías... Casi, casi, como si nos metiéramos dos hamburguesas en lugar de solo una. El queso rebozado, por tanto, con precaución.

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