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TIERNO Y ESPONJOSO

Cómo conservar los bizcochos para que no se sequen

Sigue estos consejos y disfruta de un bollo como recién hecho todos los días.

Bizcocho casero

Bizcocho caseroPexel

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No hay nada más delicioso que un bizcocho esponjoso y tierno acabado de hornear. Cuando este bollo está en su punto perfecto para comer, hasta podemos escuchar un delicado crujido al cortarlo procedente del aire, el azúcar y los aceites que desprenden la masa.

No es muy frecuente que un buen bizcocho dure más de un par de días en casa sin terminar. Pero, si por las razones que sea lo acabamos consumiendo a lo largo de algunos días, podemos observar como con el tiempo se va resecando y pierde la ternura del primer día.

Según va avanzando la semana, es más difícil conservar todas sus propiedades intactas. Este inconveniente se acentúa más con los bizcochos caseros, que están libres de los conservantes que llevan los industriales. Así que la miga se reseca mucho más rápido.

Ahora bien, existen algunos trucos de conservación del bizcocho que podemos aplicar en casa para poder disfrutar de su esponjosidad durante muchos días. Si quieres averiguarlos, sigue leyendo.

Consejos para conservar el bizcocho

Papel film o transparente

El papel film funciona de manera fantástica para conservar tiernos los bizcochos. Solo tienes que envolver muy bien el bollo, asegurándote de que no quede ningún espacio por donde entre el aire. Puedes rematarlo, haciendo una última capa con papel de aluminio.

Bolsa de congelado

Otra opción es depositarlo en una bolsa hermética de congelado. En este caso, debes asegurarte de que la bolsa cierra perfectamente y de que no quede nada de aire en su interior. Es decir, la bolsa no puede quedar hinchada una vez esté cerrada.

Recipiente hermético

Táperes, tarros de cristal… Seguro que en tu cocina tienes varios recipientes herméticos en los que poder guardar tu bizcocho. Lo importante es que la cavidad elegida se ajuste lo máximo posible al tamaño del bollo y que cierre bien.

El recipiente ideal es una tartera, un objeto diseñado especialmente para conservar alimentos ya preparados y que no pierdan sus propiedades. En Amazon puedes encontrar este producto fácilmente.

Al congelador

Si crees que no vas a consumir más bizcocho hasta dentro de varios días, también puedes congelarlo. Aunque no es la opción ideal porque es posible que pierda propiedades. Si decides hacerlo, antes de comerlo deja que se descongele solo por completo y, si aun así está muy frío, dale un suave golpe de calor.

Evita la nevera

El hábito de meterlo en la nevera es muy común, pero totalmente erróneo. Si lo haces, además de perder propiedades, se endurece más rápido.

¿De qué depende la conservación de un bizcocho?

La cantidad de ingredientes grasos que lleva en su composición condicionará el hecho de que el bollo se mantenga más o menos días. En este sentido, es la humedad de la masa la que hace que se mantenga tierna.

Por ejemplo, un bizcocho de naranja y aceite de oliva se caracteriza por llevar una cantidad generosa de este último producto. Esto lo convierte en un bollo de miga muy húmeda y muy fácil de conservar. Mientras que el tradicional de yogur y limón no es tan graso y se secarán más rápido.

Sea como sea, el tiempo ideal para consumir cualquier bizcocho antes de que se endurezca va de los dos a los tres días.

¡Larga vida a tus bizcochos!

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