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VIENTRE PLANO

Cinco sopas diuréticas que pueden ayudarte a acabar con la retención de líquidos

Si las acompañamos de ejercicio físico, una alimentación sana basada en frutas y verduras y un correcto descanso, estas sopas diuréticas nos pueden ayudar a deshincharnos.

Sopa

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No son la panacea, pero sí que nos pueden ayudar a notar el abdomen más deshinchado y a sentirnos más ligeras e incluso de mejor humor. Empezar los ágapes con una sopa diurética es siempre una buena idea, ya que nos aportará nutrientes a tutiplén, nos hará empezar la comida saciadas y, además, nos ayudará a combatir la retención de líquidos. ¡Las hay para todos los gustos! Acostúmbrate a arrancar comidas y cenas con una de estas sopas y verás cómo enseguida notas sus efectos. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que los milagros, por más que los invoquemos, no existen. ¿Cuál es la tuya?

De cebolla y apio

La llaman quemagrasas, aunque lo cierto es que el calificativo es un poco exagerado, ya que si bien esta sopa de cebolla y apio tiene propiedades depurativas no va a acabar ni con la grasa ni con el sobrepeso, pero sí puede ayudarnos a sentirnos mejor, más ligeras y deshinchadas. Para prepararla, solo tienes que poner a hervir en un litro de agua un par de cebollas, un puerro grande y cuatro ramas de apio durante unos 25-30 minutos a fuego muy alto. Para que la sopa tenga más sabor, puedes agregar especias al gusto: pimienta, orégano, tomillo, comino, etc. Cuela las verduras y bebe la sopa a sorbos antes de comida y cena y verás cómo pronto empiezas a notar sus efectos.

Recuerda que no es recomendable tomarla como plato único en una de esas dietas depurativas salvajes que se recomiendan a menudo desde distintos frentes. Si lo que quieres es adelgazar, lo mejor es que te pongas en manos de un nutricionista que te prescriba una dieta variada y eficaz, que incluya todos los nutrientes y te permita perder peso poco a poco y sin demasiadas restricciones.

Tomando sopa
Tomando sopa | iStock

De pepino y cebolla

El pepino es uno de los diuréticos por excelencia y son muchas las personas que lo comerían a todas horas, al ser también versátil y refrescante. Para preparar esta sopa, solo tienes que triturar tres pepinos grandes con media cebolla blanca, una cebolla morada y, si te gusta, puedes añadir un diente de ajo. Incorpora el zumo de una lima o un limón, salpimenta y completa con unas hojas de menta, albahaca o cilantro, que incrementarán sus aromas y su sabor. ¡Más fresca imposible y muy pero que muy efectiva para mantener a raya la hinchazón!

De apio e hinojo

El apio es una de las hortalizas estrella por excelencia en dietas llamadas depurativas, cuyo potente sabor crea adicción y sienta bien en numerosos platos. Con hinojo, por ejemplo, queda de maravilla. Para preparar esta sopa, solo tienes que hervir a fuego alto tres tallos de apio, tres raíces de hinojo, un apionabo y una cebolla mediana en un litro de agua aproximadamente (en función de lo espesas que te gusten las cremas). En este caso, en lugar de colar los ingredientes y beber el caldo, lo que haremos será triturarlo todo junto y tomarlo en forma de crema, incorporando, si lo deseamos, un chorrito de salsa de soja y unas hojas de menta. Se puede tomar tanto fría como caliente, antes de las comidas o también entre comidas. Para merendar, por ejemplo, con una pieza de fruta, nos ayudará a llegar con menos hambre a la hora de la cena y nos sentará fenomenal.

De melón y melocotón

Las frutas de verano son perfectas para elaborar sopas depurativas ricas, saciantes y muy originales, ideales también para un entrante sofisticado si tenemos invitados. Un buen ejemplo es la sopa de melón y melocotón, que conseguimos triturando ambas frutas bien frías y tomándola con cuchara con una picadita de frutos secos por encima. Si queremos darle más consistencia, aunque también más calorías, siempre podemos agregar un yogur griego, que dará lugar a una crema más espesa, y acabar decorando con un chorro de aceite de oliva (si nos gustan los aceites de sabores, uno de limón le quedará que ni pintado).

De alcachofas

Un clásico de las dietas depurativas es la alcachofa, que queda bien tanto a la brasa como en tortilla o como guarnición, aunque a sus fans –y son legión– les gusta de todas las maneras, también en sopa. Para preparar una crema de alcachofas que nos puede ayudar a sentirnos más ligeras, nada mejor que cocer las alcachofas junto con un par de cebollas, triturar todo junto con un toque de sal y pimienta utilizando el agua de cocción y acabar con un chorro de zumo de lima o de limón para darle sabor.

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