Los nutricionistas dan su veredicto
Cinco mejoras que necesita el polémico Nutriscore
El semáforo nutricional con el que se van a calificar los alimentos en el plazo de un año tiene alguna deficiencia. Así podría mejorarse
Publicidad
La polémica está servida: el sistema Nutriscore que simplifica la información nutricional de los alimentos procesados, no ha hecho más que levantar ampollas desde su presentación por la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo. Este sistema, basado en una escala de colores y en un sistema a base de letras, califica del verde al rojo y de la A a la E, en función de aspectos nutricionales que suman y que restan.
Ha sido la ONG Food Facts la que, basándose en el sistema, ha concluido que, dentro de las incongruencias, estaría que un aceite de oliva virgen extra no pasaría de la letra D, mientras que un refresco de cola cero obtendría una B. ¿Cómo es posible esto? Pues debido a que se cuentan tanto los aspectos nutricionales "positivos" como los "negativos". Por un lado, las grasas y los azúcares restando; por el otro proteínas, fibra y demás nutrientes sumando. En el caso del aceite pesan tanto las grasas (al fin y al cabo es una grasa) que su calificación acaba siendo peor que la del refresco, que no tiene calorías. Además, todas las evoluciones se hacen en base a 100 gramos de producto, algo que no es realista en el caso del aceite, del que nadie consumiría esa cantidad de una sentada...
Para intentar ver cómo se podría mejorar el Nutriscore, hemos hablado con Susana León, técnico superior en dietética, que nos ha dado algunas pautas con las que ella cree que mejoraría, aunque considera que es una "herramienta interesante, que aporta información. Lo que ocurre es que, como es lógico, no deja de ser una simplificación".
Habría que adaptarlo al mercado español. "El origen de Nutriscore es francés y se está haciendo una adaptación. Por ejemplo, los quesos, pese a ser alimentos grasos, salen mejor parados que otros alimentos. Quizá sería interesante darle una orientación diferente de cara al mercado español, teniendo en cuenta cómo es nuestra dieta, con lo que el aceite de oliva virgen extra saldría mejor parado".
No estaría mal poner la familia con la que se está comparando. "Es una herramienta que da valores relativos, no absolutos. Lo ideal sería que pusiera con qué categoría de alimentos se está relacionando para establecer una comparación lógica. Así, el caso del refresco sin azúcar y su B, hay que tenerlo en cuenta dentro de una familia con más refrescos".
Deberían especificarse las porciones. "No es lo mismo comerse 100 gramos de cereales que 100 gramos de aceite de oliva. Podría añadirse un espacio para la cantidad diaria recomendada y, aun así, habría que especificar la cantidad 'real' de consumo que, a veces no tiene nada que ver con la que se toma la gente".
Si es alto en sodio, pero bajo en grasa, ¿por qué no ponerlo? "Puede darse la circunstancia de que un mismo alimento tenga mucha sal pero que ese aspecto esté compensando por el resto. Quizá en ese caso, habría que señalar que, a pesar de tener una C, tiene demasiada sal en su composición. Serían pequeños datos extra que te aportan un poco más de contexto. Hay que tener en cuenta que el Nutriscore es un algoritmo que hace un poputrrí a partir de los datos".
Ojo a los enriquecidos. Otro aspecto importante a considerar sería el de cómo los 'añadidos' pueden modificar una calificación de un producto 'insano'. "¿Quién nos asegura que una galleta con mucho azúcar y grasa no puede acabar mejorando la nota gracias a estar enriquecida con vitaminas, minerales, fibra, etc? Habría que tener en cuenta esto de cara a reflejarlo en el semáforo".
De esta forma, el resultado sería algo parecido a esto:
De todos modos, León deja claro que este es un sistema de calificación que aún se está discutiendo y perfilando. "La idea es que entre en vigor a finales de 2019. Aún hay que dejar claro si sería voluntario o no, por ejemplo. Desde luego, yo soy partidario de leer todo el etiquetado, aunque cuanta más información, mejor. No obstante, lo mejor, desde mi punto de vista, es formar a los niños en las escuelas desde pequeño".
Publicidad