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HAY CIERTAS REGLAS BÁSICAS QUE A MENUDO NOS SALTAMOS

¡Aprende a organizar tu nevera!

A menudo la usamos como despensa y la tratamos con muy poco cariño sin saber que las claves para que tanto la nevera como los alimentos que ponemos en su interior tengan una larga vida pasan por una buena organización. Aquí te damos veinte pistas para que aprendas a organizar debidamente la nevera.

-Nevera

Ella vivirá más y gastará menos. ¡Saca de ahí ese fuet!cocinatis

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1- Es un básico, pero aún hay quien hace caso omiso de los reclamos ecologistas. Nunca jamás metamos comida caliente en la nevera, pues no sólo vamos a alterar su sabor sino que vamos a hacer que ésta realice un gasto de energía innecesario. Hay que dejar enfriar la comida en el exterior, destapada, dentro del táper si queremos, y una vez está fría tapamos herméticamente para que no se contamine con los sabores y olores del resto de alimentos. Este consejo también vale para las ensaladas de pasta.

2-No sobrecargar. Es difícil, dado que nuestras cocinas son cada vez más pequeñas, pero hemos de grabar a fuego en nuestros cerebros que la nevera no es una despensa: en su interior guardaremos exclusivamente aquellos productos que necesiten frío para su conservación.

3-Todo dentro de un orden. La idea es que guardemos en la parte superior los lácteos y huevos, en la parte central todos los productos cocinados y listos para consumir y en el fondo las carnes y productos frescos, para evitar su contaminación. La parte más fría siempre es la que está al lado del congelador, y la más cálida la superior.

4- Las verduras, a los cajones. Si están ahí, por algo será. Tanto las verduras como las carnes o pescados frescos pueden emanar líquidos que no sólo pueden manchar, sino que pueden contaminar el resto de alimentos. Para evitarlo, conviene utilizar en todo momento los cajones pertinentes.

5- Conserva los quesos en la parte superior, como decíamos, y hazlo en un recipiente no hermético. Si los conservas en film transparente aparecerá moho y si lo haces en un táper o recipiente hermético se resecarán.

6- Los embutidos cortados en lonchas debemos guardarlos siempre en recipientes cerrados.

7- A la hora de guardar las verduras es importante eliminar las hojas y partes inservibles. Hemos de guardarlas enteras, sueltas, asegurándonos de que haya suficiente espacio entre ellas, o en su defecto en una bolsa de plástico agujereada.

8- Si guardamos carne durante unos días, es necesario ir eliminando el agua que desprende.

9- La zona menos fría de la nevera es siempre la puerta, por eso recomendamos introducir aquí los alimentos menos perecederos de todos, como son mantequilla, conservas, mermelada o huevos.

10- La lechuga puede conservarse en la nevera hasta 15 días si seguimos el siguiente método: lavamos y secamos a conciencia para luego conservar en un papel celofán.

11- Hay que evitar que los productos toquen las paredes de la nevera y, en la medida de lo posible, que se toquen entre sí. Tenemos que garantizar que el aire circule con fluidez por el aparato, de manera que, insistimos, conviene no tenerla excesivamente llena.

12- Aunque la mayoría de neveras modernas son No Frost, todavía existen muchos aparatos en las casas que requieren descongelación. Hay que descongelar cada cierto tiempo, en función de la nevera, para evitar la formación de hielo, que estropea el aparato, le hace gastar mucha energía y afecta a la conservación de los alimentos.

13- Limpiar la nevera. De nuevo una perogrullada, pero hay quien la olvida. La nevera es, probablemente, una de las partes de la casa que requiere mayor limpieza y a menudo es una de los que olvidamos cuando se trata de pasar el trapo. Puede ser una fuente de bacterias si no las mantenemos a raya, de manera que debemos convertir la limpieza de la nevera en un básico, igual que limpiar los mármoles o el suelo.

14- Utiliza con tino el congelador. No es conveniente congelar durante largas temporadas, sino que debemos ir comiendo lo que vamos congelando. Para ello, es importante etiquetar los congelados, de manera que quede claro en qué fecha fueron introducidos.

15- Ordenar por fecha de caducidad. Pondremos atrás los alimentos con fechas más tardías y en la parte de delante los que deben consumirse inmediatamente, así no nos olvidaremos de consumir antes los que están a punto de caducar.

16- Ábrela lo imprescindible. Ahorrarás energía y los alimentos que hay en su interior te lo agradecerán.

17- En la medida en que esté en nuestras manos es recomendable comprar electrodomésticos de clase A o A+. Es cierto que pagaremos un poco más, pero también ahorraremos mucha energía.

18- Siguiendo con la línea del ahorro, y aunque somos conscientes que es algo que ha dejado de hacerse porque cada vez viajamos menos, hacemos viajes más cortos y estamos más ocupados, es recomendable desenchufar la nevera si salimos unos días. No solo nos va a ayudar a consumir numerosos productos que vamos arrastrando desde hace tiempo, sino que además supondrá un ahorro considerable de electricidad.

19- Procura utilizar vinagre o limón para eliminar las manchas y una simple esponja con agua para limpiar. Es aconsejable no usar productos químicos para la limpieza de la nevera.

20- Limpia cada pocos meses la rejilla de detrás (con hacerlo tres o cuatro veces al año habrá suficiente), para evitar que se acumule suciedad y el electrodoméstico sufra.

 

 

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