VISIÓN EXPERTA
¿Existe el efecto rebote en los tratamientos estéticos? ¿Qué mantenimiento necesitan los retoques en la cara?
¿La cara se deforma si dejamos de hacernos tratamientos estéticos? ¿Existe ese temido efecto rebote? Como médico estético, mi objetivo es ofrecerte respuestas claras y honestas para que tomes decisiones informadas sobre tu salud y tu imagen.

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Hace unos días, Salma Hayek sorprendía con unas declaraciones que, más que aclarar, generaron confusión. Comentó que siempre pensó que los bultitos en la cara de algunas personas se debían al uso de rellenos faciales, pero que ahora ella también los tiene… y asegura no haberse inyectado nada. La actriz atribuye estas irregularidades al envejecimiento natural, aunque muchas voces expertas han cuestionado su explicación.
Así nos cambia el rostro
Uno de los errores más comunes es pensar que los tratamientos estéticos detienen el envejecimiento. No lo hacen. Lo ralentizan, pero no lo frenan. Por eso, si decides dejar de tratarte, tu rostro seguirá su curso natural.
Muchos interpretan este cambio como un empeoramiento, pero en realidad es solo el paso del tiempo sin la ayuda de los tratamientos.
Cuando interrumpes un tratamiento estético, lo que ocurre no es un retroceso artificial, sino que dejas de ralentizar el envejecimiento. Esa es la única diferencia visible.
¿Qué tratamientos estéticos requieren mantenimiento?
La medicina estética moderna trabaja con materiales seguros, reabsorbibles y biocompatibles, pero ningún tratamiento es permanente. Algunos procedimientos requieren mantenimiento si se desea conservar su efecto, pero dejar de hacerlo no implica una deformidad facial.
- Rellenos con ácido hialurónico: Tienen una duración media de 6 a 18 meses. Al reabsorberse, el rostro recupera poco a poco su volumen original. Si se han aplicado en exceso o sin criterio, sí podrían dejar secuelas estéticas, pero el producto en sí no deforma.
- Neuromoduladores (toxina botulínica): Su efecto se desvanece entre 3 y 6 meses. No provocan flacidez ni generan nuevas arrugas al dejar de usarlos. Lo que ocurre es que vuelven a aparecer las líneas de expresión que se habían suavizado con el tratamiento.
- Tratamientos bioestimuladores (hilos tensores, inductores de colágeno): Estimulan la producción de colágeno y ofrecen un resultado más progresivo. Al dejar de usarlos, puede disminuir la firmeza que aportaban, pero no causan efectos negativos ni deformidades.
Es clave saber que el mantenimiento sirve para conservar los resultados, no para evitar un supuesto efecto rebote.

¿Qué es la huella estética?
Cada intervención, por pequeña que sea, deja una huella estética: una mejora milimétrica en volúmenes, firmeza o proyección. Esto no es malo. Al contrario: bien realizada, ayuda a acompañar el proceso de envejecimiento con naturalidad y armonía.
El problema surge cuando se aplican tratamientos sin planificación, sin respeto por la anatomía o con exceso de producto. Ahí es cuando pueden aparecer rostros sobre tratados o poco armónicos. Pero eso no tiene nada que ver con dejar los tratamientos, sino con cómo se han hecho desde el principio.
¿Tu rostro se puede deformar tras los tratamientos?
Volviendo a las palabras de Salma Hayek, no hay evidencia de que los bultos aparezcan de forma espontánea y generalizada como parte del envejecimiento natural. Si hay irregularidades, pueden estar vinculadas a productos no reabsorbibles, malas praxis o tratamientos mal aplicados. Pero la medicina estética bien hecha, y sobre todo con criterio, no deja secuelas si decides parar.
Así que si te preguntas si tu cara se va a estropear por dejar los retoques, la respuesta es no… siempre que hayas estado en buenas manos. Porque, como siempre decimos: la mejor medicina estética es la que no se nota, pero se siente.
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Si aún sigues con dudas, consulta siempre a un profesional sanitario acreditado. Tu salud y tu imagen merecen acompañamiento experto, no miedo ni desinformación.
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