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Viajes y mascotas: todo lo que tienes que saber

Lo más importante es intentar acostumbrar previamente a nuestro amigo a estos desplazamientos, aunque sean de 10 minutos.

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Por fin llega el verano y con él, los viajes en familia. Este año, para muchos, un miembro nuevo acompaña esos desplazamientos.

Algo que a priori puede parecer idílico puede convertirse en una pesadilla si no sabemos las normas básicas que tenemos que seguir. A nivel legislación, es importante informarse de las normativas existentes en cada tipo de viaje y según cada destino.

A la hora de viajar en avión, debemos llamar a la línea aérea para que nos informen de los requisitos específicos en su compañía, hablar con la embajada del país al que vamos y llevar el pasaporte al día y sellado.

Para el resto de medios de transporte, lo más importante es el sistema de retención. Según el peso de nuestra mascota, necesitara un tipo de transportín u otro y bozal si esta englobado dentro de las razas PPP (Perro Potencialmente Peligroso) así como toda la documentación oficial que tengamos de ella.

Lo más frecuente suelen ser los viajes en coche y ahí es donde los propietarios se relajan y comienzan los problemas. Lo más importante es intentar acostumbrar previamente a nuestro amigo a estos desplazamientos, aunque sean de 10 minutos. Es mala idea llevarlos encima nuestro o sobre el asiento, ya que suelen marearse más y, por ley, necesitan un sistema de sujeción homologado y adaptado a su peso. El llevarlo suelto no solo implica una multa segura sino una imprudencia que puede salirnos muy cara en caso de frenazo brusco.

Transportín en el suelo, lo más indicado

Lo mejor para nuestras mascotas es el transportín en el suelo del vehículo, ya sea en el maletero en los coches con bandeja extraíble o en los pies de la parte trasera. En esa zona, el coche es plano, el transportín vibra menos y la sensación de inestabilidad y mareo es mucho menor.

A pesar de estos trucos, algunos vomitan o vocalizan durante el viaje. Para estos casos, en la clínica veterinaria os facilitarán diferentes productos, adaptados a cada especie y peso.

El siguiente punto importante es anticiparse a los problemas. Al igual que cuando nos desplazamos con niños, debemos prever que pueda ocurrir algún accidente en nuestras vacaciones, por lo que es buena idea tener localizada de antemano alguna clínica veterinaria cerca de donde nos alojamos. La cartilla sanitaria debe acompañarnos en cada desplazamiento y tener las vacunaciones y desparasitaciones al día.

Como hemos comentado en anteriores artículos, según donde vayamos, hay diferentes peligros y debemos comentarlo previamente con nuestro veterinario ya que nos ayudará a proteger a nuestro animal para evitar problemas en el futuro.

Mascotas de viaje
Mascotas de viaje | iStock

Un botiquín básico con Betadine, gasas, suero fisiológico, esparadrapo, termómetro y spray antiparasitario, siempre viene bien.

En anteriores ocasiones hablamos sobre los alojamientos Pet-Frindly en España. Aunque cada vez es mayor la oferta, no siempre se adaptan a sus necesidades. Si nuestra mascota va a quedarse tiempo a solas en la habitación o casa, debemos asegurarnos de que no estropeará nada y que tendrá disponible agua y sombra en todo momento.

Los gatos y sus rutinas

En el caso de los gatos, el acompañarnos en las vacaciones suele provocarles mucho estrés y no siempre el beneficio de estar con nosotros compensa la ansiedad que le produce el verse en una nueva casa con rutinas y olores totalmente diferentes.

En este caso, si nos vamos menos de 15 días, suele ser mejor idea buscar una alternativa diferente para nuestro minino, ya sea alguna residencia felina exclusivamente o algún familiar que cuide de él mientras nos ausentamos.

Si se nos complica algunos de los puntos anteriores, existen residencias y hoteles para mascotas totalmente adaptadas para ellos en las que pasarán unos días de vacaciones diferentes.

Es importante comprobar que estos recintos cumplen con las normativas, visitar las instalaciones previamente, leer las reseñas que haya y si es posible, preguntar al veterinario sobre el mismo.

Hoy en día hay un control mucho más estrecho de estas fincas por parte de la administración y los departamentos de bienestar animal y salud pública, pero, aun así, quedan instalaciones que o bien no cumplen lo que ofrecen, o bien no desinfectan correctamente y que en temporada alta, superan por mucho el aforo permitido.

Es importante interiorizar que, al igual que preparamos nuestras vacaciones semanas antes, debemos dedicarle tiempo a preparar esos días de descanso de nuestra mascota e informarnos correctamente de sus necesidades.

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