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Trucos para que tu parquet esté siempre perfecto

El suelo de parquet es tan bonito como delicado, de manera que tenemos que ser muy constantes si queremos que esté siempre perfecto. Aquí van algunos tips.

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Un parquet bonito requiere unos cuidados especiales, de lo contrario se irá rayando y estropeando con el paso del tiempo. Es importante que lo pienses bien a la hora de instalar parquet, puesto que vas a tener que ser muy cuidadosa con su limpieza y mantenimiento. Si no eres muy mañosa con las tareas del hogar y tu máxima es dedicarles el mínimo esfuerzo, lo mejor que puedes hacer es apostar por un buen gres, sufrido y fácil de limpiar y cuidar, que tal vez no sea tan cálido pero te ahorrará muchos quebraderos de cabeza. Si te pierde la estética y no concibes una casa sin parquet, no olvides seguir todos estos consejos para que esté siempre impoluto.

Límpialo a diario

Es fundamental que pases la mopa a diario, para eliminar el polvo y la arenilla de la superficie, ya que si no el parquet se rayará. Si bien debes evitar pasar la fregona muy a menudo para evitar que la madera se estropee, es importante que mantengas a raya la eliminación de residuos, ya que cualquier distracción puede pasarte factura. Cuando friegues, asegúrate de que la fregona esté lo más escurrida posible. Y si en lugar de un producto específico puedes usar solo un cubo de agua con un chorro de vinagre, mejor que mejor.

Vigila las patas de los muebles

Asegúrate de que cualquier mueble u objeto que entre en casa tenga las patas bien selladas para que no estropee el parquet cuando los arrastres. Para ello, lo mejor es que coloques fieltros en las patas de mesas y sillas. Intenta no arrastrarlas de todos modos, puesto que es un tipo de material tan delicado que cualquier mínimo rasguño podría dejar marcas para siempre.

Sentada en suelo de parquet
Sentada en suelo de parquet | iStock

Olvida la cera

Lo mejor que puedes hacer es limpiar el parquet con productos específicos para madera, pensados para no dañarla. Olvida la cera, ya que aunque al principio parezca que quita años de vida a tu parquet a medio plazo acaba creando una película opaca muy difícil de eliminar.

Aceite de oliva, un aliado para cualquier cosa

El aceite de oliva –aunque también puede ser de linaza, de teca o de pino– es ideal para devolver el brillo a la madera. Basta con aplicarlo con un paño seco, siendo muy cuidadosas de no dejar residuos y, sobre todo, esperar a que se seque completamente hasta pisar la superficie. Puedes aplicar aceite de oliva o cualquier otro cada dos o tres meses por las partes dañadas, siempre asegurándote de que la estancia esté bien ventilada para que se seque lo antes posible.

El felpudo, el rey de la casa

No hay nada peor para la madera que las arenillas, así que lo mejor es que te descalces nada más llegar a casa y, si tienes perro, le limpies muy bien las patas antes de entrar.

Cuidado con el sol

La exposición a los rayos solares afecta al color del parquet, de manera que es importante que evites la exposición directa e intentes correr las cortinas siempre que puedas para que la tonalidad de tu parquet no se vea afectada.

¡Nada de tacones!

Lo ideal sería que anduvieses siempre por casa con zapatillas, pero si en algún momento te tienes que calzar zapatos que nunca sean de tacón. Estos dañarán ipso facto el parquet, así que si los vas a usar póntelos justo en el descansillo y descálzate antes de entrar en casa.

Si derramas líquido, actúa cuanto antes

Como decíamos, no hay mayor enemigo de la madera que la humedad. Si derramas líquido, sécalo cuanto antes para que el parquet no se estropee.

Ante las manchas, agua y vinagre

Basta una solución de agua y vinagre no solo para eliminar las manchas, sino también para limpiar regularmente el parquet. Lo mejor es no abusar de estos productos, así como de ningún otro y, como decíamos, evitar en la medida de lo posible el uso de agua a no ser que sea estrictamente necesario.

Cada diez años, pulir y barnizar

Si el parquet está muy estropeado, con maderas que saltan o zonas muy dañadas, lo mejor será, probablemente, cambiarlo, aunque solo sea en la estancia donde está peor. Pero si lo que tiene tu parquet son pequeños rasguños o zonas mate que se han ido estropeando con el paso del tiempo, lo mejor es invertir en un buen pulido y barnizado. ¡Te rascarás el bolsillo pero tu parquet quedará como nuevo!

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