CONSEJOS PARA EL MAREO

Cuatro trucos para no marearte cuando viajes en barco

El verano trae consigo la posibilidad de realizar fantásticos viajes en barco pero, ¿Qué puedes hacer si eres una de esas personas que se marea fácilmente? Te lo contamos en el vídeo.

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Una travesía en barco puede ser muy agradable para ciertas personas, pero para otras puede suponer una horrible experiencia. Por esta razón, en el vídeo te contamos una serie de trucos y cosas a tener en cuenta para que tu ruta en barco no vaya acompañada de mareos, náuseas y sudores.

En primer lugar, intenta dormir bien la noche anterior a montarte en el barco y evita tomar alcohol, ya que esto incrementará la sensación de mareo. No comiences el viaje en ayunas, aunque ten en cuenta que lo que ingieras no sean alimentos ácidos ni con alto contenido en grasas o histamina como el queso curado, el pescado enlatado o chocolate.

Cuando ya estés en el barco, procura mirar siempre hacia el horizonte. Además, buscar un punto fijo y observarlo también te ayudará a disminuir el mareo. Si por el contrario navegas mirando hacia dentro del barco, leyendo un libro u observando objetos cercanos, será más fácil que te marees.

Evita también los olores fuertes como el tabaco o los perfumes y procura estar en la parte delantera del barco para que te dé el aire fresco. Cerrar los ojos o agachar la cabeza tampoco te ayudará.

Si ya estás mareado, la mejor opción es pedir que el barco se detenga y darte un buen chapuzón. Además, procura no comer ni beber nada si tienes náuseas, porque es probable que vomites

Finalmente, si a pesar de estos consejos, crees que vas a marearte, siempre puedes optar por tomar algún medicamento que ayude a evitar los mareos. Consulta con tu médico para que te recete el más correcto adecuado a ti o bien, coméntale la situación a tu farmacéutico de confianza para que te recomiende alguno de esos fármacos.

Si la persona afectada por el mareo del barco ha vomitado varias veces, está pálida y no logra mantenerse de pie, la mejor opción es que sea atendido por un médico para que pueda calmar los síntomas. Sin embargo, esta situación es bastante inusual, pues al cabo de unas horas en el barco, el cuerpo termina acostumbrándose al mareo.

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