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LIMPIEZA DE LA COCINA

Cómo limpiar los azulejos de la cocina (y sin morir en el intento)

Es una tarea ingrata, lo sabemos, pero hay que acometerla: la limpieza de los azulejos de la cocina.

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Al menos, una vez cada seis meses, más, si eres una cocinillas y tu cocina tiene poca ventilación, te tocará la ardua tarea de dejar niquelados los azulejos de la cocina. Evidentemente, si los limpias una vez a la semana evitarás que acumulen grasa y suciedad y evitarás también una limpieza más ardua y costosa. Sobre todo los que necesitan una limpieza prácticamente diaria son los que están donde se encuentren los fuegos para cocinar, porque es la zona que más suciedad acumulará, cada vez que cocinemos. Vamos con ello.

Primero, retira todos los objetos que estén en las paredes y los que estén en la encimera. Como recomendación, te aconsejamos que empieces limpiando de arriba abajo, así evitarás que la suciedad caiga y manche lo que ya has limpiado. Si ves que hay mucha suciedad incrustada en esa parte de la cocina, pon agua a hervir para que ayude a reblandecer esa grasa.

A la hora de escoger productos para limpiar tienes el quitagrasas convencional pero también tienes otras opciones más naturales.

Agua con jabón. Llena un barreño con agua caliente y añade jabón líquido. Empapa en él una esponja y utiliza la cara más áspera para frotar la suciedad de los azulejos. Una vez hayas frotado, retira los restos de jabón con una bayeta húmeda y posteriormente seca todo utilizando un paño limpio o papel de cocina. El papel va muy bien pero el gasto puede ser importante si tu cocina es grande: te recomendamos trapos de tela (que puedas haber hecho con camisetas viejas, por ejemplo) limpios. Después, a la lavadora y santas pascuas.

Limpiando cocina
Limpiando cocina | iStock

Agua caliente con amoniaco. Si los azulejos tienen mucha grasa o buscas una limpieza más profunda que la anterior, prepara un barreño con agua caliente y amoniaco. Es muy importante que, para limpiar con esta mezcla, tengas las ventanas abiertas para que no te molesten los olores del amoniaco. También, es conveniente que te pongas unos guantes de goma. Limpia con esta mezcla los azulejos y después, aclara todo con una bayeta con agua. Seca con un paño cuando hayas finalizado.

Limpieza con vinagre. El vinagre es un excelente limpiador y desinfectante. Para esta limpieza, utiliza agua caliente y una parte de vinagre blanco por cada tres de agua. Mezcla bien y utiliza una bayeta o una esponja para frotar los azulejos con esta mezcla. Cuando hayas acabado, repasa las superficies con una bayeta empapada en agua limpia. Después, seca.

Limpieza con bicarbonato. El agua con bicarbonato también va muy bien para limpiar la cocina. Diluye el bicarbonato en el agua y empapa una esponja en dicha mezcla: luego, frota los azulejos. Si quieres, puedes añadir a la anterior mezcla un poco de jabón (con unas gotas bastan) y agua oxigenada. Dicha combinación es casi mágica: la suciedad sale sola, sobre todo si la aplicas y esperas unos diez minutos antes de limpiar. Verás que el esfuerzo que tienes que hacer, con esta solución, es prácticamente nulo.

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