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SIN RECURRIR A LA VECINA

Cinco maneras de regar las plantas cuando estés de vacaciones

Prueba estos consejos si no quieres encontrar tus plantas muertas cuando vuelvas de la playa.

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Te vas de vacaciones. Bien por ti. Pero, ¿qué pasa con tus plantas? Algunas pueden aguantar unos días, incluso una semana por sí solas. Pero si te marchas por más tiempo, tendrás que ingeniártelas si no quieres encontrarte con un cementerio de hojas cuando vuelvas.

Además de darles de beber justo antes de irte y de alejarlas de las ventanas soleadas y los espacios más calurosos, debes tener en cuenta que las macetas al aire libre se secan rápido y no todas las de interior llevan bien la sed. Para que no tengas que pedirle el favor a tu vecina, te damos algunos consejos que puedes llevar a cabo para evitar desastres naturales. Pero antes, ten en cuenta estas consideraciones:

Tipos de plantas y necesidades

No todas las plantas requieren la misma cantidad de agua. Las suculentas o tipo cactus no necesitan tanto riego de forma regular en comparación con las de hierbas, por ejemplo. Los tipos de plantas de interior marcarán una diferencia significativa en la cantidad de agua que necesitarán para mantenerse vivas en tu ausencia. Y las más delicadas, como las orquídeas, necesitan secar sus raíces entre riegos, con lo que será mejor que las dejes a cargo de un amigo.

Ubicación de las plantas

Cualquier planta en maceta que se tengas junto a ventanas soleadas orientadas al sur debe retroceder a un lugar más sombreado mientras no estés, porque el agua se evapora más rápidamente con temperaturas cálidas y luz solar directa. En el peor de los casos, considera trasladar estas plantas a un garaje o sótano si temes que pueda hacer demasiado calor en casa.

Material y tipo de maceta

El material, el tamaño y el estilo de una maceta también tendrá un impacto significativo en las necesidades de riego de la planta. Las plantas en macetas con riego automático necesitarán un riego mucho menos frecuente que las plantas en macetas normales con bandejas de drenaje. Las macetas de terracota permiten que la humedad del suelo se evapore más rápidamente que las de cerámica o plástico. Y casi tan importante como el material de la maceta es el tamaño de la misma. Cualquier maceta de menos de 15 cm de diámetro se secará con rapidez, mientras que las macetas de grandes dimensiones retendrán la humedad durante un período de tiempo mucho más largo. Las plantas pequeñas también sufrirán más que las grandes debido a la menor disponibilidad de agua.

Y ahora sí, estos son los métodos de riego que puedes preparar para asegurar hidratación a tus plantas durante tus merecidas vacaciones:

Planta muerta
Planta muerta | iStock

1. Sistema de absorción casero

Este es uno de los mecanismos más simples a la hora de hacer un sistema de riego automático casero. Tan sólo necesitas un recipiente que pueda contener suficiente agua para todas las plantas y algún tipo de material absorbente que sea lo suficientemente largo como para llegar desde el fondo del recipiente de agua hasta la raíz de las macetas. Puedes usar una cuerda de algodón o nylon, un cordel, hilo o incluso una camiseta o unos vaqueros cortados en tiras. Lo importante es la longitud. Corta hebras largas y une el fondo del recipiente de agua con el interior de la tierra de cada maceta, bien profundo. Y eso es todo. El agua pasará del recipiente a la planta a una velocidad lenta y constante que asegurará que la tierra permanezca húmeda mientras estés fuera.

2. Riego por goteo DIY

Otro sistema de riego súper fácil de hacer es un goteo casero con botellas de plástico. Llena la botella con la cantidad de agua que necesita tu planta (lo ideal es haber ido haciendo una evaluación lo días previos) y luego voltea la botella al revés (y sin tapón, obviamente), enterrando la boca en la tierra y teniendo cuidado de no dañar las raíces. A medida que el suelo se seque, el agua se irá liberando lentamente en la tierra.

3. Un invernadero de plástico

Para plantas en macetas pequeñas o si crees que estarás fuera durante mucho tiempo, esta es la solución perfecta. Hazte con una bolsa de plástico transparente y coloca una toalla dentro para proteger el fondo. Después, coloca tus pequeñas plantas sobre ella bien regadas. Sopla o aspira el interior de la bolsa hasta que quede completamente inflada y prepara un sistema de cierre hermético con pinzas para la ropa o unas gomas. Lo que estamos haciendo es un invernadero, un sistema que ayudará a las plantas a reciclar agua. Eso sí, aléjalo de la luz solar directa si no quieres que se quemen.

4. Plantas en la bañera

Si tienes bañera (o un plato de ducha alto en su defecto), se acabaron los problemas de riego. Coloca una toalla vieja en el suelo de la bañera para proteger la superficie y pon las macetas encima. Llénala con unos centímetros de agua y olvídate de ellas. Estarán frescas e hidratadas hasta que regreses. Asegúrate de que las macetas tienen agujeros de drenaje y hay suficiente luz natural en el baño para satisfacer todas sus necesidades.

5. Picos y globos de riego

Es la evolución del punto 2. Muy fáciles de encontrar y muy económicos. Estos pequeños e ingeniosos dispositivos en forma de conos o picos de cerámica o plástico están diseñados para usarse con botellas de agua o de vino vacías, y son extremadamente efectivos para distribuir la humedad lentamente, según sea necesario, gracias a su grifo de flujo ajustable. Se clavan en las macetas o en el suelo y facilitan un goteo constante y adaptado a las necesidades de nuestra planta.

Por otro lado, al igual que los conos, también existen globos de riego que funcionan con el mismo sistema pero que son tan bonitos y resultan tan vistosos colocados como pequeñas “burbujas” en las macetas que muchas personan eligen usarlos de manera permanente tanto en plantas de interior como de exterior. Echa un vistazo en la red, los hay de colores que imitan cristal soplado e incluso con formas de flores o pájaros.

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