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VERANO Y LIGUES

El sol aumenta tus ganas de sexo (lo dice la ciencia)

Que el sol nos alegra, nos hace estar más contentas, no es una novedad. Pero, ¿sabías que tienes más ganas de sexo a causa del sol de verano? Te explicamos por qué. Además, en el vídeo te contamos las mejores posturas sexuales para el verano.

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El sol tiene un poder energizante muy alto. Si a esto le sumamos que cuando más brilla y calor da es cuando disfrutamos de unos días de relax, entonces ya tenemos la combinación perfecta para que sintamos más ganas de disfrutar sexualmente. No es sólo una suposición que comprobamos en verano, sino que está científicamente probado que el sol nos da más ganas de sexo.

Los últimos estudios han certificado que la Vitamina D es la responsable de que según en qué estación estemos tengamos mayor o menor libido. En verano exponernos más al sol hace que nos nutramos de Vitamina D y que aumenten los estrógenos que son los responsable de hacernos sentir deseo sexual. En los hombres surte el mismo efecto, pero a ellos les aumenta la testosterona. ¿El resultado? el mismo. Deseo sexual por las nubes y ganas de disfrutar de nuestros cuerpos.

¿Me faltan ganas de sexo?

El apetito sexual está muy influenciado por el tiempo. Como decíamos el sol tiene gran parte de culpa, pero no toda. La alimentación, el ritmo de vida, la conexión con nosotras mismas y la relaciones que tengamos con nuestro entorno también influyen en las ganas que tengamos o no de tener encuentros eróticos. Por eso, es importante no sólo atender al medio que nos rodea, sino saber cómo estamos de salud. Para conocer cómo está nuestra vitamina D nos valdrá con una simple analítica que nos ayudará a ver si la falta de deseo sexual se debe a la escasez de vitamina en nuestro cuerpo o debemos buscar la respuesta por otro lado.

Si es sol lo que nos falta, ¡tenemos aún tiempo por delante! En agosto es cuando se alcanzan los niveles más altos ya que, por lo general, es el mes más caluroso y soleado. Así que si echas en falta un poco de energía sexual, ponte 30 minutitos al sol durante dos semanas, que es lo necesario para equilibrar la vitamina según los estudios. Ahora, no te olvides de protegerte y no pasarte. Tampoco vamos a arriesgar la salud.

Sexo
Sexo | iStock

El sol aumenta las ganas de sexo, pero todo esto también

“En verano, no sólo vamos más ligeros de ropa y enseñamos más piel, sino que también hacemos un cuidado más exhaustivo de nuestro cuerpo. Al mostrarlo más, le dedicamos un tiempo extra a los rituales de cuidado y embellecimiento. Aunque estos rituales dependen del momento sociocultural y de los cánones de belleza, solemos utilizar colores más llamativos y vivos, por lo tanto, llamamos más la atención” afirma Iris Martínez, psicóloga y terapeuta de parejas experta en sexualidad.

Las personas que se sienten excitadas a través del físico, en los meses de verano viven su mejor época sexualmente hablando. Porque como explica la psicóloga, “Son las personas que más se ven afectados por la semi-desnudez del verano”. Pero no sólo les beneficia a ellas y ellos, sino que “Las que suelen estar más cargadas de estrés a lo largo del año y que consiguen desconectar de todo eso en sus vacaciones, también son más susceptibles de tener un despertar sexual más acusado en verano”.

Para muchas personas la vida sexual cambia radicalmente en invierno y en verano y es que como dice Martínez. “Si tuviéramos más en cuenta mantener el deseo más activo en nuestra vida cotidiana, puede que no sintiéramos tanta diferencia entre el verano y el invierno en lo que a nuestro deseo se refiere”. Sin embargo, lo que nos suele ocurrir es que en verano revivimos sexualmente porque nos olvidamos de “La falta de tiempo y la imposibilidad de desconexión de las obligaciones cotidianas”, que es la principal queja de las parejas según la experta.

Aunque el sol nos excita y deshinibe, también hay personas que se encuentran con su otra cara. ¿Te suena eso de distancia de seguridad para evitar pieles pegadas y sudor excesivo? Como bien dice Martínez, “El calor también nos vuelve más perezosas en el sexo, que no deja de ser una actividad física de contacto, y esto es sinónimo de calor y sudor. Es posible que el sexo se vuelva más mecánico y menos enérgico”.

¿Existen de verdad los amores de verano?

Tanta química, física y estudios sobre el calor, el sol y la pasión sexual, nos han llevado a preguntarnos si todo esto tiene que ver algo con esos romances de verano. El amor de verano esconde tras de sí una explicación sencilla. Estamos menos estresadas, más en contacto con nuestro cuerpo, tenemos el subidón del sol y, ¿qué más podemos pedir? encontrar lo que buscamos. Y claro que lo encontramos, simple y llanamente porque estamos más abiertas a ello. A esto Iris Martínez añade que, “En verano somos la mejor versión de nosotras mismas”. El amor de verano triunfa por su fugacidad y por saber que es efímero, que hay que exprimirlo, aprovecharlo y vivirlo al límite. Pero esto también tiene otra cara. La experta nos explica que “Que sea algo volátil y espontáneo resulta muy atractivo en un momento social y cultural de consumo rápido y fácil, en el que la espontaneidad está sobrevalorada y a veces erróneamente enfocada. Vivimos en la falsa idea de que los encuentros de este tipo son espontáneos, y no hay nada más planificado que quedar con alguien a través de una app para mantener sexo”.

Espontáneo o no este verano diferente puede ser una gran oportunidad para tener encuentros más satisfactorios, para dar lo mejor de nosotras mismas y aprovechar el sol que nos transforma y nos alimenta sexualmente.

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