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Notarás el cambio

Ocho consejos para un sexo más disfrutón

¿Pueden los encuentros eróticos que tenemos ser mejores? Sí, el sexo siempre puede ser mejor.

Pareja

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Es de esas cosas que puede evolucionar y cambiar a lo largo de los años y convertirse cada vez en una experiencia nueva. Seguro que te has encontrado con algún amante que te ha dicho que es imposible, que el sexo es bueno y punto, pero que no puede ser mejor de lo que ya lo es. Pues vamos a decirles a todos esos conformistas del erotismo que no es cierto, que hay muchas maneras de crecer eróticamente y que los encuentros sean como una bomba que explota en el momento justo.

Ya nos sabemos las posturas del Kamasutra. Hemos ido pasando por todas las variantes y hecho nuestro propio glosario de maneras de practicar sexo. También hemos seguido al dedillo los consejos de las gurús para tener una vida realmente satisfactoria, pero lo que queremos son acciones concretas que nos hagan hacer del próximo encuentro íntimo un nuevo arte.

A por una vida sexual mejor

¿Es sencillo tener mejor sexo? Sí, realmente lo es. Hay muchas actitudes que podemos tomar para mejorar en nuestra vida sexual y que no son tan complicadas como parecen. A veces pensamos que para ser grandes seductoras o amantes hay que ser unas súperwoman del sexo con poderes mentales que atraigan a parejas y cuerpos esculpidos a los que no se resistiría ni el mismísimo Brad Pitt. Garazi Alkiza, psicóloga y sexóloga, cree que “no hace falta hacer grandes cosas ni ser una experta en posturas imposibles para tener mejor sexo. A veces es suficiente con añadir o cambiar pequeñas cosas para conseguir dar vida a las relaciones sexuales”. Si somos nosotras mismas y además echamos mano de unos simples trucos podemos ser las reinas del sexo.

Nos vamos a saltar las típicas recomendaciones de cómo ser mejores amantes y vamos a ir directamente al grano. Conocer qué pequeños gestos cotidianos podemos empezar a adoptar para que los encuentros eróticos a partir de ahora sean extraordinarios.

- ¡Habla!

No te calles ni debajo de las sábanas. Hablar de sexo es positivo se mire por donde se mire. Como bien dice la sexóloga, “hablar de sexo nos estimula y nos hace estar más receptivas. Es fundamental hablar. Saber lo que a cada uno le gusta y lo que no, lo que apetece probar, las fantasías que tenemos, deseos que si no comunicamos, nuestra pareja no tiene por qué conocer. Si hablamos de ello abiertamente lo más seguro es que las relaciones sean más plenas y satisfactorias”.

Lánzate a mantener unos momentos de sexo oral con tu pareja. No importa si es una relación sentimental o si es algo esporádico. Antes de desnudaros haced que dure mucho, es decir, practica la oratoria sexual durante unos días antes de ese gran encuentro y cuando llegue el momento será explosivo.

- ¿Te sientes seductora?

Hay personas a las que les gusta seducir y sin embargo, otras prefieren ser seducidas. Seas como seas, esta vez te toca el papel activo. ¿Sabes por qué tomar este rol te va a hacer disfrutar más? Porque “cuando entramos en el terreno de la seducción, lo que hacemos es crear ciertas expectativas y deseos que hacen que las ganas del encuentro vayan aumentando. Cuanto más esperemos de ese encuentro, más deseo tendremos de él. Esto hará que vayamos con más ganas, y como consecuencia, es posible que sea más satisfactorio”, aclara Alkiza.

Beso
Beso | iStock

- Gime.

No pienses en los vecinos, céntrate en ti. No estamos hablando de fingir, sino de gemir con sinceridad, sintiéndonos libres de expresarnos sexualmente de esa manera sin contenernos. Todos y cada uno de los sentidos son importante en cualquier encuentro sexual, pero el auditivo es especialmente útil para aumentar nuestra excitación. Al oír (y oírnos) jadear estamos comunicándonos sobre nuestro estado de excitación y hace que todas las partes de la relación se sientan reforzadas y estimuladas. “Escuchar disfrutar a nuestra pareja es uno de los grandes placeres de los encuentros eróticos. Sentir que estamos consiguiendo que disfrute bien gracias a nosotras o simplemente con nosotras, hace que deseemos más” aconseja la psicóloga y sexóloga.

- Mueve tu body.

Hacer ejercicio hace que nos sintamos más activas, elásticas y a gusto con nuestros cuerpos. Además, activar nuestros cuerpos “hace que liberemos endorfinas, lo que nos hará sentirnos mejor y más animadas. Y, además, el sudor producido por el movimiento desprende feromonas que pueden estimular el deseo”. El nivel de estas moléculas olfativas es esencial para la comunicación sexual. Eso que llamamos “tener química” está en tu piel y puedes potenciarla teniendo una vida más dinámica.

- Bésale la nariz.

El beso nasal en algunas culturas como la china o neozelandesa sigue estando muy presente porque de esta manera aspiramos el olor de nuestra pareja, imprescindible en el juego de la atracción. Según Alkiza, “El olfato es importante sobre todo para algunas personas para las que el olor corporal de su pareja es lo más estimulante. No todo el mundo percibe de igual manera estos olores o estas feromonas, pero si que tienen un papel importante en la excitación y el deseo”.

- ¿Cómo está tu suelo pélvico?

La musculatura pélvica es muy importante no solo para prevenir las pérdidas de orina, sino que es crucial en las relaciones sexuales. Como afirma la sexóloga, “Trabajar el suelo pélvico nos ayuda a conseguir mejores orgasmos, nos facilita el acceso a ellos y a su intensidad”. Para trabajar el suelo pélvico podemos utilizar los ejercicio de kegel, usar dispositivos como las bolas chinas o entrenadores de suelo pélvico que nos ayudan a conocer el estado de nuestros músculos. Realiza ejercicio semanal y aplícalo cuando estés manteniendo un encuentro íntimo. Por ejemplo, en una penetración prueba a contraer los músculos igual que lo haces cuando estás entrenando. Sentirás como percibes más el pene de tu pareja o el objeto que estés utilizando y la otra persona podrá decirte qué sensaciones recibe al sentir los movimientos dentro de tu vagina.

- Lee y mucho.

Leer algo relacionado con la sexualidad nos activa sexualmente y es que no debemos olvidar que donde reside el deseo es en el cerebro. Por ello, ¡actívalo! Actívalo de la forma que más te guste. Muchas veces llevamos el cuerpo por un lado y el cerebro por otro. Centradas en el trabajo, en los quehaceres, en la rutina... se desacopla del deseo y el deseo hay que trabajarlo, por ello elige la forma en la que más cómoda te sientas y haz diariamente un ejercicio de auto-estimulación. No quiere decir que te masturbes cada quince minutos, sino que te estimules mentalmente pensando en esa fantasía, leyendo una parte de un libro o historia que te parezca sugerente, haz alguna actividad que para ti tenga una connotación erótica. Recuerda que cualquier cosa puede ser erótica y sexualmente estimulante si tú le pones ese toque desde tu mente. Si vas haciendo esos pequeños pasos llegar al momento de gran excitación será mucho más fácil.

- Sé tú misma.

Ya sabemos que lo has leído y oído mil veces, pero es que realmente funciona. Trabajar la seguridad en una misma nos hace enfrentarnos a cualquier situación con determinación y valentía. Y no vamos a negar que esto no sea un afrodisíaco natural infalible. Buscar nuestro propio placer y alimentar el deseo es una herramienta imprescindible para evolucionar y crecer eróticamente.

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